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Rusia está adoctrinando a niños ucranianos deportados ilegalmente y los está sometiendo a un estricto control digital. Hoy descubrimos hasta qué punto está trabajando el Kremlin para lavarles el cerebro a los niños ucranianos y lograr que acepten su mundo ruso.
Los ocupantes rusos secuestran a niños ucranianos sin ningún esfuerzo por ocultar sus acciones. Rusia afirma abiertamente que está “segura” de poder “reeducar” a los niños ucranianos reubicados a la fuerza, “ borrar su pasado ucraniano e integrarlos al mundo ruso ”. A cambio, los niños que se resisten a esta identidad rusa forzada son sometidos a una vigilancia masiva.
Rusia intenta justificar la deportación ilegal de niños ucranianos por razones humanitarias, pero si se lleva a los niños a Rusia por su “seguridad”, ¿por qué se les obliga a adoptar el rusismo? Hoy analizamos el caso de una adolescente abiertamente proucraniana que se convirtió en víctima del adoctrinamiento ruso y cómo el Kremlin implementa su “mundo ruso” haciendo grandes esfuerzos para lograrlo.
Denys Kostev después de su adoctrinamiento ruso (Fuente: Youtube)
De la resistencia ucraniana a víctima de la propaganda rusa
Denys Kostev fue sacado de la ocupada Kherson en 2022. Antes de su deportación forzosa, cuando tenía 16 años, Denys era un destacado partidario de la resistencia de Ucrania. Publicaba vídeos en TikTok en los que alababa a las fuerzas ucranianas, maldecía a Vladimir Putin y, según su medio hermano , Maksym, estaba pegado a las noticias ucranianas, escuchaba canciones de rap antirrusas e incluso tenía una pegatina en su teléfono que decía: «Putin es un idiota».
Sin embargo, apenas unos meses después de ser expulsado por la fuerza, apareció en los canales de propaganda controlados por el Kremlin alabando a Rusia y expresando su devoción por el país. Denys era huérfano y uno de los miles de niños ucranianos secuestrados ilegalmente y reubicados en zonas bajo control ruso.
Se desconoce el número exacto de niños desplazados por la fuerza. Las autoridades ucranianas afirman que se trata de unos 19.500 niños, aunque las Naciones Unidas no han podido verificar la cifra todavía.
Denys fue llevado a un campo en Crimea para “descansar de la guerra”, donde comenzó su adoctrinamiento. El campo Druzhba albergaba a unos 2.000 niños ucranianos que, según Moscú, habían sido trasladados desde Ucrania. “Todas las mañanas empezaban con el himno nacional ruso y todas las semanas los niños tenían que escuchar ‘conversaciones sobre cosas importantes’, en las que se presentaba una historia ficticia de Rusia en la que Kherson siempre había sido rusa y los rusos eran sus liberadores”, dijo Mykola Kuleba, ex Comisionado Presidencial para los Derechos del Niño.
Cuando liberaron a Kherson, a Denys no le permitieron regresar a su casa y lo trasladaron a otro campo. En los meses y años siguientes, Denys apareció en varios canales estatales rusos. En un video, estaba envuelto en una bandera rusa y se le escuchaba decir: “Quiero servir en el ejército” y “Estoy listo para servir a la Federación Rusa”.
Save Ukraine , una ONG que organiza misiones de rescate para niños ucranianos de Rusia, estaba trabajando para recuperar a Denys, pero él se negó, cortó todos los vínculos con ellos y todos sus familiares ucranianos, cambió su número de teléfono y se le vio continuamente promoviendo propaganda rusa en varios videos.
Tras meses de silencio, Denys finalmente volvió a ponerse en contacto con él y Save Ukraine se puso manos a la obra para ayudarlo a escapar de Rusia. Fue entonces cuando comenzó su largo viaje, documentado en exclusiva por el Wall Street Journal. Después de salir de Rusia, durante varios meses, Denys todavía recordaba las versiones rusas, afirmando que la masacre de Bucha era una noticia falsa difundida por Ucrania.
“Es un ejemplo clásico de lo que los rusos pueden hacer con un niño que aún está en desarrollo y que no tiene a nadie que lo defienda”, dijo Olha Yerokhina , portavoz de Save Ukraine que ayudó a Denys. “Saben que tiene un don con las palabras y que hablaría sobre su tiempo en Rusia”. Se preguntó si Denys logró escapar o si Rusia lo dejó ir para difundir su historia.
Save Ukraine afirma que a Denys le ha llevado cinco meses desde su fuga volver a ser él mismo después de la intensa manipulación que sufrió por parte de Rusia.
¿Cómo se implementa el adoctrinamiento?
En 2022, el Kremlin elaboró un diccionario y un manual titulados “Prevención de conflictos, manifestaciones de extremismo y terrorismo en un entorno educativo multicultural”. El Ministerio de Educación ruso los proporciona a los profesores de las escuelas, que deben seguirlos en el aula, lo que sienta un precedente peligroso.
El diccionario destaca lo que el Kremlin afirma que son palabras y lemas que los niños ucranianos podrían usar “que contienen signos de extremismo por motivos nacionalistas”, como:
- “¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!”, lo que califican de “saludo nacionalista”.
- “Rashismo” es el nombre no oficial de la ideología política y la práctica social del régimen gobernante de Rusia; los rusófobos inventaron el término.
- Los rusófobos y extremistas utilizan el término “orcos” para denigrar al personal militar ruso.
El manual afirma que incluso hablar de “temas políticos” podría llevar a una “ideología destructiva” generalizada, según una fuente del Ministerio de Educación ruso que habló con Meduza , un medio de comunicación ruso con sede en Letonia. El manual y el diccionario no explican en detalle qué es exactamente esta “ideología” o “extremismo”, pero el simple hecho de ser de Ucrania encaja en esta narrativa. Esto ya excluye a los niños ucranianos y su cultura.
Una investigación de Meduza pone de relieve el adoctrinamiento de niños ucranianos deportados ilegalmente que Rusia lleva a cabo a nivel gubernamental, desde su llegada a Rusia y a los territorios ocupados hasta su graduación. Meduza estudió cientos de documentos filtrados y realizó entrevistas anónimas a personas que trabajan en el Ministerio de Educación ruso.
El informe explica que los niños ucranianos temen ser “estigmatizados debido a su dialecto pronunciado” y experimentan “la dificultad de cambiar rápidamente al ruso”. Su miedo consolida su necesidad de aprender rápidamente debido a las posibles repercusiones. La Constitución establece que el ruso es una lengua estatal: si vienes a Rusia, debes hablar ruso.
El Kremlin afirma que está trabajando en la integración, pero la verdadera integración debería valorar la diversidad cultural y basarse en la aceptación. Sin embargo, es bien sabido que mostrar cualquier tipo de respeto por la lengua ucraniana, el escudo de armas o el himno nacional puede llevar a la cárcel. Un estudiante ruso fue encarcelado después de bautizar su router wifi con el lema proucraniano “Gloria a Ucrania”.
Una fuente anónima que ha trabajado estrechamente con estos manuales refutó su contenido, afirmando que son “pura basura”.
“La integración de estos niños es imposible. Más bien, estamos hablando de asimilación o marginación”, dijo la fuente a Meduza.
El informe muestra que el sistema convence a los niños de que sus padres no sólo son “terroristas potenciales”, sino que han muerto o nunca volverán a buscarlos. Muchos de estos niños provienen de entornos socialmente vulnerables; algunos son huérfanos y otros están en hogares de acogida. “Estamos perdiendo a estos niños. Muchos de ellos nunca volverán porque están creciendo con este veneno, con esta horrible propaganda; son muy vulnerables a ella”, dijo Mykola Kuleba .
“Muchos de nosotros fuimos abandonados por nuestros tutores, abandonados por padres adoptivos durante la guerra… y luego llegan los rusos y actúan hipócritamente, ofreciendo calidez y pretendiendo que les importamos, y estos niños ven esto y piensan, bueno, esto es mejor que allí (en Ucrania)”, dijo Bohdan Yermokhin, un adolescente ucraniano que fue deportado a Rusia.
El movimiento juvenil patriótico del Kremlin y la militarización de los niños
El Kremlin, a través de varios programas, ha centrado sus esfuerzos en movimientos pro gubernamentales, patrióticos y militares para los jóvenes.
Yunarmia (Asociación Nacional de Movimientos Sociales Patrióticos Militares) fue fundada en 2015 y promueve la militarización entre los niños. Su sitio web se presenta como un movimiento de Boy Scouts y Girl Scouts, y afirma que la adhesión a él es voluntaria. Sin embargo, los niños ucranianos en los territorios ocupados han afirmado que temen represalias si no se unen.
En 2022 se creó, de conformidad con la ley federal, el “Movimiento de los Primeros”, un movimiento juvenil patrocinado por el Estado que promueve la ideología rusa.
Un niño ucraniano secuestrado en Mariupol fue enviado a un campamento patriótico ruso en Moscú. Le dieron un pasaporte ruso y, poco después de cumplir 18 años, recibió una citación de la oficina de reclutamiento militar rusa, informó CNN.
El comisionado de derechos humanos de Ucrania, Dmytro Lubinets, dijo que su oficina está convencida de que los esfuerzos de Rusia para convertir a los adolescentes ucranianos deportados a Rusia en soldados son parte de una campaña más amplia de Putin para borrar la identidad ucraniana.
Rusia ha abierto el Centro Federal para el Desarrollo de Programas de Socialización de Adolescentes (CF RPSP) “especialmente para los niños ucranianos” para explicarles “dónde está la verdad”. El programa se dirigió primero a los niños de la ocupada Mariupol y de la autoproclamada LPR (República Popular de Luhansk), donde “distribuyeron ayuda humanitaria, realizaron capacitaciones y crearon una imagen de una Rusia amiga”, según informó una fuente a Meduza.
Dos semanas después de que comenzara la invasión a gran escala en 2022, comenzó el programa “Adolescentes de Rusia” , una iniciativa de la comisionada de derechos del niño, Maria Lvova-Belova, creada para ayudar a “millones de adolescentes que pasan por la turbulencia de la guerra”.
Vigilancia masiva de niños “terroristas”
El Ministerio de Educación ruso afirma que lleva a cabo un “trabajo preventivo” sobre los suicidios con el apoyo del Centro de Estudios y Monitoreo en Red del Entorno Juvenil (ANO CISM), pero su labor va mucho más allá de la prevención.
ANO CISM ha desarrollado su software de monitoreo de Internet llamado Sistema Automatizado de Información (AIS) para monitorear lo que ellos llaman “la propagación de la ideología de la violencia armada”, “anarquismo”, “nazismo” y “otros tipos de información destructiva”, afirma Meduza . AIS vigila más de 540 millones de perfiles en tiempo real y considera que 2 millones de ellos muestran un “comportamiento destructivo”.
Se crean perfiles para cada niño, que incluyen fotos, una dirección, un número de teléfono y un análisis detallado de sus redes sociales, hasta la recopilación de datos sobre comentarios, me gusta y publicaciones compartidas. Incluso si el perfil utiliza un nombre y una foto diferentes, cambia su edad y bloquea a su familia, el centro puede identificarlos.
Un estudiante en la región ocupada de Luhansk fue encarcelado por “organizar actividades de un grupo terrorista” solo por darle “Me gusta” a una publicación pro-ucraniana en las redes sociales, según informes .
Según el informe de Meduza, este sistema ya cubre los perfiles de “al menos el 85%” de los niños que viven en territorios ocupados.
Deportación forzosa e ilegal de niños ucranianos
La Universidad de Yale ha elaborado un mapa del sistema de deportación y ha descubierto que los esfuerzos de Rusia por deportar y reeducar a los niños ucranianos son “sistemáticos, generalizados y planificados de antemano”. Las investigaciones de Europol siguen en curso y recientemente han localizado a niños ucranianos desaparecidos utilizando técnicas de código abierto.
Las investigaciones de Europol continúan y recientemente han localizado a niños ucranianos desaparecidos utilizando técnicas de código abierto.
KibOrg realizó una investigación y obtuvo acceso a la base de datos “estatal” “Niños del Donbas”, que contiene información sobre los niños secuestrados por Rusia y los involucrados.
Maria Lvova-Belova afirma que los niños fueron “evacuados” de zonas peligrosas y que no pueden ser adoptados para que puedan ser devueltos a sus familias. Sin embargo, el Tribunal Penal Internacional de La Haya, junto con innumerables otras investigaciones, han demostrado que estas afirmaciones son falsas. Muchos niños no solo han sido deportados, según admitió Rusia, sino que también han sido entregados en adopción .
En marzo de 2023, el Tribunal Penal Internacional de La Haya emitió órdenes de arresto contra Vladimir Putin y Lvova-Belova. Ambas órdenes se basan en motivos razonables de que ambos son “presuntamente responsables del crimen de guerra de deportación ilegal de niños”.
Los investigadores han demostrado que el argumento constante del Kremlin de que trasladaron a los niños a un lugar seguro y los devolverán a Ucrania es absurdo. El Estado ruso está trabajando a niveles inimaginables para borrar la lengua y la cultura ucranianas de los niños ucranianos deportados, los etiqueta de terroristas y mantiene una vigilancia extrema sobre sus movimientos en Internet.
Actualmente, no existe ninguna vía diplomática o legal para recuperar a estos niños, y entrar en territorio ruso para recuperarlos es muy difícil y peligroso. A menudo, los familiares o las ONG como Save Ukraine deben emprender este peligroso viaje por su cuenta, asumiendo el riesgo de ser cautivos.
En febrero de este año se puso en marcha la Coalición Internacional para el Retorno de los Niños Ucranianos , codirigida por Ucrania y Canadá, que actualmente incluye a 28 países. La Coalición tiene como objetivo identificar la ubicación de los jóvenes ucranianos deportados ilegalmente y desplazados por la fuerza y desarrollar mecanismos para su retorno. Participará en las negociaciones diplomáticas pertinentes y emitirá todos los documentos necesarios. El gobierno ucraniano espera que esto abra vías legales y seguras para que estos niños regresen a sus hogares.
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