Un caza General Dynamics F-16 Fighting Falcon de la Fuerza Aérea Rumana el 24 de septiembre de 2024.
Un objeto aéreo no identificado entró en el espacio aéreo rumano a última hora del 19 de octubre, lo que llevó al ejército rumano a enviar aviones para interceptarlo.
Según el Ministerio de Defensa rumano, los sistemas de radar detectaron un “pequeño objetivo aéreo” alrededor de las 2:30 am en las inmediaciones del Mar Negro. En respuesta a la trayectoria del objetivo hacia la frontera nacional, Rumania desplegó aviones de combate para fines de vigilancia.
Se enviaron cuatro aviones: dos F-16 rumanos y dos F-18 españoles. Las señales de radar indicaron una posible violación del espacio aéreo rumano alrededor de las 4:00 a. m. en la zona de Gura Portiței, ubicada al norte de la importante ciudad portuaria de Constanza. Las autoridades recomendaron declarar una alerta aérea para la región.
El Ministerio informó que el objeto había penetrado el espacio aéreo rumano a 19 kilómetros de distancia, pero los cazas no lo identificaron visualmente. Desapareció del radar aproximadamente al sur de Codjalak alrededor de las 4:30 a. m. La alerta aérea se levantó a las 5:10 a. m.
Tras el incidente, el Ministerio de Defensa ordenó una investigación en la zona donde pudo haber caído el objeto.
El 17 de octubre, los habitantes de Constanza recibieron un mensaje de alerta Ro-Alert sobre la posible caída de objetos, lo que provocó el despliegue de aviones rumanos F-16. El radar detectó un pequeño objetivo aéreo a 150 km al este de Mihail Kogălniceanu, lo que provocó medidas de vigilancia aérea. A las 19:00 horas, el objetivo cruzó la frontera de Rumanía y avanzó 14 km hacia el interior del país antes de perder contacto por radar. La alerta se levantó a las 20:15 horas.
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