Santiago Bausili: «Nuestros programas pueden ser más o menos creativos, pero en el fondo son ortodoxos»

Enviada especial a Mendoza. Santiago Bausili, presidente del Banco Central (BCRA), habló sobre el desarrollo del plan económico de Luis Caputo e hizo referencia al rol del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el programa de estabilización que llevan adelante. Defendió el accionar del regulador monetario local y dijo que es «ortodoxo». Asimismo, habló sobre los riesgos que implicaría el levantamiento del cepo sin trazar antes un sendero de compromiso fiscal, lo que podría llevar a un nuevo «Rodrigazo» en la Argentina.

Y, en ese sentido, afirmó en respuesta a las críticas que el Gobierno recibe del organismo internacional y a quienes ponen en cuestión el cumplimiento de las metas por parte de Argentina: «Nuestros programas, pueden ser más o menos creativos pero en el fondo son ortodoxos».

El programa de estabilización y el rumbo a una competencia de monedas

En ese sentido, Bausili habló sobre el rumbo que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei en materia económica y señaló que se trata de un programa de estabilización que buscó evitar una crisis previa. «La mayoría de los países implementaron este tipo de planes una vez que la crisis ya había pegado, cuando ya habían llegado a una situación terminal y se empezó a reconstruir desde ahí. Nosotros llegamos convencidos de que queríamos evitar eso para que los efectos negativos no fueran tan grandes«, detalló.

Asimismo, dijo que la Argentina está pasando por la adecuación de precios relativos y que los primeros seis meses del programa fueron muy duros porque digerir los excesos en los stocks no es fácil. «Ese es un costo que hay que afrontar. Estamos trabajando en esta etapa en un proceso controlado«, aseguró.

Del otro lado de la pantalla lo escuchaba Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva del Perú, que lleva 18 años en el cargo y que tomó especial relevancia en la región como un caso a seguir en materia de independencia del regulador monetario, pero también como ejemplo de un país que logró el éxito en un programa de estabilización y avanzó hacia una competencia de monedas, como aspira a hacer Argentina.

El caso de Perú: una referencia para el BCRA

«Llegamos un nivel tal de crisis que los precios subían entre 30% y 40% al mes y la gente ahorraba en dólares. Las tasas en moneda local eran sumamente altas y tuvimos que implementar un tipo de cambio flotante con la implementación de una competencia de monedas. En ese contexto, claro que quedó el problema de stocks, que se fue resolviendo poco a poco, pero para que el programa tuviera éxito, fue esencial que el gobierno se comprometiera a no pedir nunca más plata al banco central, es decir, el compromiso fiscal», detalló Velarde.

Al respecto Bausili señaló que, en Argentina, la gente ya se dolarizó. «Ahorra en dólares y el peso es una moneda solamente transaccional, el crédito no existe ni en pesos ni en dólares como un resultado de la situación económica, pero también por las distintas trabas que se ha puesto al desarrollo del sistema financiero», sostuvo.

Enfatizó que la Argentina tiene un problema muy grave y es que el ahorro doméstico no se canaliza a nivel local, sino que, en gran parte, hacia el exterior de manera informal. Y aseguró que el país está en proceso de ir hacia una competencia de monedas como consecuencia de un plan de estabilización que está en marcha.

Por otro lado, dijo que el «Rodrigazo» que sufrió la Argentina fue producto de un proceso similar al que hizo Perú, pero el problema fue que no estuvo el compromiso fiscal tras la liberación de todas las variables y eso llevó a una crisis muy fuerte. Así, Bausili señaló que «la desregulación de la economía es un proceso que lleva tiempo y nosotros estamos demostrando compromiso fiscal para que, al eliminar las restricciones, no tenga impacto tan negativo en las variables económicas».

La independencia del Banco Central es un objetivo lejano

Respecto de la independencia del organismo, Velarde indicó que, en Perú, se logró porque ha sido tan fuerte el sufrimiento de la crisis que se tomó conciencia la importancia de que el regulador tenía que independizarse del Tesoro en materia monetaria y aseguró que, «mientras el gobierno tenga acceso al financiamiento, no va a haber presiones sobre el banco central».

Sin embargo, comentó que, a partir del año 2000, Perú logró desarrollar políticas anticíclicas. Y dijo que, para eso, «la credibilidad fue clave, aunque construirla lleva tiempo». Según Velarde, hay que lograr tener inflación baja por mucho tiempo. Gracias a eso, lograron bajar la tasa a niveles bajísimos y señaló que, eso, en la década de 1990, hubiera sido imposible porque se hubiese disparado el dólar.

Por su parte, en línea con ese planteo, Bausili dijo que, para lograr la independencia del BCRA, es clave cómo se planta el Gobierno frente al cumplimiento de sus contratos. «Los países que lo lograron fueron hacia un banco central independiente porque tuvieron muchas experiencias en las que el hecho de que el gobierno recurriera al banco para pedir fondos hizo que la moneda se depreciara de manera muy abrupta, por lo que no quieren repetir ese camino», aseguró.

Así reconoció que el BCRA tiene aún mucha interdependencia con el Tesoro, pero que el objetivo es avanzar en cortar ese lazo y contó que cuando llegaron al edificio de la calle Reconquista, el deudor principal del regulador era el Tesoro, pero que, de a poco esa situación va cambiando.

La mirada sobre el contexto global

Por último, ambos hicieron referencia a la percepción entre los banqueros centrales a nivel global de la situación inflacionaria en el mundo. «Hay consenso respecto de que este período totalmente anómalo comenzó con el Covid-19. Eso disparó la inflación, pero se lograron mejores resultados de lo esperado en el combate de la inflación. Es la primera vez que hay una coordinación tan clara de política monetaria a nivel global», dijo Bausili.

Así, ambos banqueros coincidieron en que la gran mayoría de los países comparten la metodología sobre cómo combatir la inflación y evaluaron eso como muy positivo porque afianza las herramientas de los bancos centrales para lograr controlar la inflación y combinarlo con un crecimiento de la economía.