Gesto de Javier Milei con Marcos Galperin en el medio de la pelea entre Mercado Libre y los bancos

En el medio de la guerra de denuncias entre Mercado Libre y los bancos privados, el Gobierno toma partido. Luego de que la empresa de Marcos Galperín denunciara por cartelización ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia a las principales instituciones bancarias agrupadas en la billetera virtual MODO, el Presidente visitará las oficinas de MeLi en el Polo Dot, en Saavedra.

Galperín, que hace más de 3 años está radicado en Uruguay, viajará a la Argentina para recibir el próximo miércoles a Javier Milei en la sede central de sus operaciones en Buenos Aires.

En la principal empresa de origen nacional hablan de un anuncio de alto impacto, aunque en la Casa Rosada sostienen que el Presidente no participa de actividades del sector privado, como suelen hacer los presidentes en ejercicio para mostrar una agenda productiva.

En la mesa chica del Presidente evitan pronunciarse sobre la cuestión legal de fondo, la denuncia previa de los bancos a Mercado Pago por posición «monopólica» y «acciones anticompetitivas» y la respuesta de Mercado Libre, pero tienen un favorito. «Los bancos están acostumbrados a ser cajeros estatales y tienen que entender que deben competir. También con Mercado Libre», razonó uno de los funcionarios que más escucha Milei.

Galperín y el Presidente ya se habían encontrado y posado juntos en el foro empresarial de Llao Llao. El CEO de Mercado Libre no oculta su respaldo y retuitea mensajes y cuentas afines al proyecto libertario.

Milei ya había responsabilizado a Jorge Brito, dueño del banco Macro y presidente de la Asociación de Bancos (ADEBA) por la compra de PUTs que hicieron saltar el dólar. «Intentaron sabotear al Gobierno y les salió mal», señaló el Presidente mientras su ministro de Economía eligió tomar distancia de la acusación.

El Gobierno también se mete en otra pelea entre una empresa tecnológica, que cambió las reglas del juego de su sector. El jefe de Gabinete Guillermo Francos y Claudio Aquino, a cargo de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales, recibieron en Casa Rosada a representantes de la Cámara Argentina del Remise y de la Federación de Remiseros.

Los representantes del sector empresario y sindical le dejaron un petitorio al ministro coordinador para avanzar en una ley nacional que regule la actividad de los remisses y de Uber, Cabify y Didi, entre otras. Los remiseros piden por una ley de exención impositiva para comprar autos, subsidiar peajes, autorizar stands en aeropuertos y el bloqueo a las empresas que «no cumplan con las leyes impositivas, previsionales, laborales y de habilitación».

En los últimos dos puntos solicitan que la AFIP investigue las tarjetas de crédito que se utilizan para tomar los servicios de las aplicaciones, porque las considera «partícipes-necesarios » de la evasión. Por último instan a la AFIP a investigar a las empresas y competiciones que lo promocionan, como la AFA, la Conmebol y Facebook o Google.

ESuena inverosímil que el Gobierno pueda tener un gesto en contra de las aplicaciones y a favor del gremio de remiseros, pero el gremio conducido por Alejandro Poli consignan que el Gobierno se comprometió a trasladarle las inquietudes al ministro de Desregulación y Transformación del Estado Federico Sturzenegger. «Es el que tiene la lapicera en estos temas», señalaron.

El lunes, la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello y el secretario de Trabajo Julio Cordero suscribieron un acuerdo con otro gigante de las aplicaciones, Rappi, para favorecer la empleabilidad de los beneficiarios de los planes de empleo (ex Potenciar). La declaración de la ministra se pareció bastante a una declaración de principios “No podemos seguir hablando del mundo del trabajo de hace 80 años, donde alguien trabajaba en el mismo lugar durante 40 años. Ese mundo ya no existe. Nosotros vinimos a cambiar el statu quo. No tenemos miedo y, por eso, podemos hacerlo», dijo Pettovello

De cara al año que viene, el oficialismo avanza en la creación de fundaciones para desarrollar cuadros técnicos que puedan eventualmente sumarse a sus filas. En el «círculo de hierro» de Milei hablan de un acuerdo en ese sentido con el CEO de otro unicornio: Martín Migoya, de Globant, otro de los empresarios más entusiastas con el rumbo del Gobierno.