El ministro de Defensa Luis Petri anuló este miércoles las resoluciones del kirchnerismo que habían prohibido la instrucción con armas de fuego a los cadetes de primer y segundo año de los liceos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea en el marco de un programa de “democratización” del primer eslabón de la carrera militar. Incluso, el ex presidente Néstor Kirchner había propuesto la disolución lisa y llana de todos los liceos militares en el marco de su alianza con la mayoría de los organismos de derechos humanos.
A través de la Resolución 795/2024, Petri “derogó resoluciones que habían introducido cambios que afectaban notoriamente la educación de los Liceos Militares, reduciendo su formación militar y desvirtuando su espíritu fundacional”, se informó en un comunicado de Defensa.
Defensa informó que “estas instituciones educativas vuelven de esta manera a cumplir con su misión primordial, que es proporcionar una educación integral que combina la formación académica de excelencia con la instrucción militar, inculcando valores cívicos y patrióticos “.
Esta resolución «recupera la esencia militar distintiva de estos institutos en el nivel medio, buscando desarrollar habilidades académicas, inculcar disciplina , potenciar la formación física y militar promoviendo el patriotismo y preparando a los jóvenes para la vida democrática”. Además, le otorga una mayor autonomía a las Fuerzas Armadas “para definir aspectos como la estructura organizativa de los Liceos y los regímenes internos de los cadetes”.
También se cumplirá “con la ley 19.101, recuperando el Estado Militar para los cadetes de los dos últimos años y el régimen disciplinario tradicional en las formaciones los Liceístas, requerido por la nueva política de la Defensa”, es decir que egresarán como subtenientes de reserva.
Así Pierri derogó la resolución 255/2020, que firmó el entonces ministro de Defensa, Agustín Rossi que establecía que los cadetes de primero y segundo año de los liceos militares solamente podrán recibir «conocimientos teóricos sobre el uso de armas», mientras que los de tercer año y cursos superiores realizarán prácticas de tiro en simuladores”.
En la Argentina existen nueve liceos militares con más de 2500 cadetes: el Liceo General San Martín (en Villa Ballester), General Paz (Córdoba), Belgrano (Santa Fe), Espejo (Mendoza), Roca (Comodoro Rivadavia) y Aráoz de Lamadrid (Tucumán). Los liceos navales Brown (Vicente López) y Storni (Posadas) y el Liceo Aeronáutico Militar (Funes, cerca de Rosario), que pertenece a la Fuerza Aérea.
En el 2010, la entonces presidenta Cristina Kirchner encontró “fuertes resistencias a su decisión de poner fin a la instrucción militar en los Liceos dependientes de las fuerzas armadas. La resolución 228/10 y la 516/10 que la enmendó no pasó la prueba de la Comisión de Defensa, donde fue rechazada por todo el arco opositor, desde la Coalición Cívica hasta el Proyecto Sur y del radicalismo al peronismo disidente.
De acuerdo al dictamen emitido por amplia mayoría, un grupo de expertos, legisladores, mandos militares, padres y funcionarios debería ser el encargado de revisar y mejorar los contenidos del controvertido “Plan Liceos 2010”.
Hace cuatro años, Néstor Kirchner propuso la lisa y llana eliminación de esos institutos pero luego suspendió la idea.
De acuerdo a aquel proyecto del Ministerio de Defensa, el egresado dejaba de pertenecer a la categoría de “oficial de reserva” para graduarse como “Bachiller Nacional Orientado”.
Hasta el cuarto año la relación con las armas era teórica; y se suprimía el orden cerrado. La práctica de tiro se iba a hacer durante los seis meses finales del último curso; el régimen de internado pasaba a ser voluntario y la cátedra de “Religión” desaparecía para ser reemplazada por “Problemáticas Ciudadanas de la Argentina Actual”.
La entonces ministra Nilda Garré sostuvo que da así cumplimiento a lo dispuesto en el Protocolo Facultativo de los Derechos del Niño que prohíbe la utilización de los menores en conflictos armados.
La autora del corpus teórico que sirvió de plataforma a la resolución fue la entonces subsecretaria de Formación Militar Sabina Frederic, una joven antropóloga social, ex docente de la Universidad de Quilmes y futura ministra de Seguridad de la presidencia de Alberto Fernández.
Frederic dio en el Congreso una respuesta naif a las objeciones: “a tirar con FAL se aprende en diez días” habría contestado a los cadetes y sus familiares “y no sé por qué dan tanta importancia a la instrucción militar, si el mundo marcha hacia la paz. Por otra parte, Argentina no tiene hipótesis de conflicto”.
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