Axel Kicillof definió que Unión por la Patria se opondrá en la Legislatura bonaerense a la propuesta de utilización de Boleta Única para el comicio del año próximo, pero no adoptará criterio definitivo sobre el eventual desdoblamiento de la elección en Buenos Aires hasta tanto resuelva el liderazgo partidario con Cristina Kirchner y la proyección para la presidencial 2027.
Antes del inicio de cualquier proceso electoral en el principal distrito del país, el gobernador deberá situarse en una posición favorable, o de equilibrio, ante la ex vicepresidenta, y en forma subsidiaria con su hijo Máximo Kirchner. Esto es, el reparto de roles y cierta preponderancia en el armado de las listas. Una cuestión responde a la voluntad de Cristina de encabezar la nómina para diputados nacionales, que relegaría el objetivo de Kicillof de colocar su candidato, y otra distinta si ella desiste de competir por una banca.
Toda la expectativa está en ese dilema. Una posibilidad, arriesgan en las cercanías del gobernador, es el adelantamiento de la compulsa provincial. En ese caso, admiten, la primacía en el armado de candidaturas correspondería a cada una de las ocho secciones electorales con los intendentes como protagonistas. Allí dónde prima el aparato municipal. A resguardo del “dedo” que transporta el encabezamiento de la lista nacional por una figura consolidada y sin objeciones.
Por ahora, es sólo conjetura. Basta con que el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, plante bandera con la oposición a la Boleta Única. “Después se verá”, especulan. El funcionario explicó este lunes que ese instrumento electoral es “innecesario”.
“Esta ley no permite el acople de boletas y eso implica una modificación en las elecciones bonaerenses, como mínimo se va a tener que votar con dos boletas y dos urnas”, advirtió el Bianco. Este condicionamiento es porque la nueva boleta única donde se exponen los principales candidatos en todas las categorías nacionales (diputados y senadores nacionales y parlamentarios al Mercosur) no permite la posibilidad que se incluyan los candidatos provinciales (diputados y senadores bonaerenses, intendentes y concejales).
Además, actualmente en Provincia sigue rigiendo la boleta partidaria. No hay perspectivas de avance en ese terreno. La oposición acaba de presentar la iniciativa para la boleta única, sin demasiado andamiento. La bancada opositora reúne 24 apoyos en Diputados. Insuficientes para quebrar la primera minoría con 37 de los 92 representaciones que tiene la Cámara Baja provincial. Queda un espacio variopinto formado por escisiones de la Libertad Avanza, Renovación y Fe, Frente de Izquierda y monobloques personales que serían decisivos para alcanzar los 47 votos que permitirían aprobar el proyecto.
En el Senado, UP tiene 21 escaños. Tendría que agruparse todo el arco opositor para reunir 25 respaldos a la propuesta. Improbable. Agustín Forchieri (PRO), Maricel Etchecoin (CC) y Diego Garciarena (UCR+Cambio Federal) insistirán en busca de dictámenes favorables.
En pocas semanas se tratará el Presupuesto 2025 que obturaría cualquier otro debate. Para entonces, Kicillof mantendrá un ojo en la Legislatura, con un soslayo sobre el Consejo del PJ nacional, donde ejerce una de las vicepresidencias. El 17 de noviembre están convocadas la interna para la renovación de autoridades, una carrera en la que Cristina ya se anotó.
Podría representar un doble andarivel para la familia Kirchner, porque Máximo ya preside el PJ bonaerense. Había anunciado simultaneidad de elecciones con el Consejo nacional, pero archivó la idea de un plumazo y seguirá en esa jefatura hasta 2025. ¿El objetivo presidencial de Kicillof soportará tanta secundidad? Si quiere ser presidenciable, visualizado por propios y extraños como un alumbramiento político fuera de la órbita de Cristina, de alguna manera, debería asumir ese trasvasamiento. Hasta el momento, la ruptura no es evaluable.
En cambio, sí es factible la diferenciación a través del desdoblamiento electoral con las legislativas nacionales. En ese adelantamiento en la provincia Kicillof haría campaña con los intendentes, de sección en sección. “Se pondría la campaña al hombro”, sostienen sus soportes distritales, como Mario Secco (Ensenada), Jorge Ferraresi (Avellaneda) o Julio Alak (La Plata). Y, con un buen resultado, hasta es posible que incida en la nómina de legisladores nacionales de octubre 2025, siempre y cuando Cristina desista de competir como cabeza de lista.
Sería el caso de un “desdoblamiento total” del comicio. El formato es con las PASO y Elecciones Generales celebradas en distintos días, cada una con su propio sistema, ya sea boleta única en ambas y sólo en la nacional.
Los métodos restantes son estos.
1. “Elecciones simultáneas en dos urnas distintas y con el mismo sistema”: implicaría que la Legislatura apruebe la implementación de la boleta única en la Provincia, en espejo con lo ocurre en Nación, debiendo votar en el mismo día en una urna con la boleta nacional y en otra con la boleta provincial.
2. Elecciones concurrentes con dos urnas distintas y dos instrumentos distintos: se vota el mismo día pero a nivel provincial se mantiene el actual sistema de boleta partidaria, por lo que en una urna se votan los candidatos nacionales con boleta única y en otra se votan los candidatos provinciales con boleta partidaria.
3. Desdoblamiento parcial: las PASO se realizan el mismo día y las Elecciones Generales en días distintos, ya sea con dos boletas únicas y con distintos sistemas de votación.
”En este menjunje nos han metido”, según Bianco. “Es una decisión que deberá tomar el gobernador y la Legislatura. Son temas que debemos debatir, todos los escenarios tienen pros y contras, tenemos que llegar al sistema que mejor refleje el interés de los bonaerenses en la elección de sus autoridades”, dijo el ministro. También admitió que el gobierno no avanzó en debates sobre si mantener el sistema PASO o no.
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