El plan del gobernador Maximiliano Pullaro para reducir el déficit de la caja de jubilaciones de Santa Fe obtuvo media sanción en la Cámara de Senadores este jueves en un tratamiento exprés y por amplia mayoría; 13 votos a favor, cinco en contra del bloque peronista y un ausente, Armando «Pipi» Traferri.
En dos semanas, el expediente será tratado en la Cámara de Diputados donde correría la misma suerte ya que el oficialismo cuenta con los votos necesarios. Si había alguna duda sobre qué harían los 14 legisladores del socialismo, fuentes del bloque confirmaron a LPO que votarán el proyecto que llegue del Senado.
Es que la propuesta del gobierno recibió fuertes críticas de los trabajadores estatales, sobre todo, de jueces y docentes. Se trata de los dos extremos del sistema previsional que aseguran, serán fuertemente afectados por las reformas.
De hecho, este jueves el gremio docente hizo una ruidosa manifestación en las puertas de la Legislatura denunciando una modificación encubierta de la edad jubilatoria que afectará principalmente a las mujeres del gremio, entre otras cuestiones.
Como el Partido Socialista siempre ha contado con el acompañamiento de las bases docentes, habían aparecido algunas dudas sobre cómo votarían la propuesta de Pullaro: «no se pueden hacer los distraídos porque el proyecto que presentamos prácticamente lo escribieron ellos», dijo a LPO una fuente del frente oficialista.
El otro foco de conflicto es con la Corte Suprema de Justicia de la provincia. Por primera vez en años, Pullaro logró poner en el mismo bando a Daniel Erbetta y Rafael Gutiérrez. El gobernador les reprocha los privilegios y cobros millonarios, los magistrados pusieron atención a una cláusula que prácticamente los obliga a jubilarse antes de fin de año si lo quieren hacer con los beneficios del viejo sistema.
[Los jueces santafesinos se sublevan contra la ley jubilatoria de Pullaro con una protesta inédita]
En definitiva, lo que se puso en juego con la Corte Suprema provincial es la intención de Pullaro de concretar un recambio generacional y si los seis magistrados no renuncian, el gobierno evalúa avanzar con el juicio político que no estará exento de polémica hacia adentro del interbloque oficialista.
En esa pulseada, que también activó una inédita protesta de jueces ordinarios, Pullaro metió una chicana y convocó a los jueces de la Corte a una reunión para el próximo domingo a las 7.30 de la mañana. El radical los recibirá con café, medialunas y el proyecto de reforma con media sanción del Senado.
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