Por tercera vez en menos cuatro días, Fabiola Yañez no le quitó peso a ninguna de sus palabras a la hora de acusar a Ayelén Mazzina, ex ministra de las Mujeres, Diversidad y Género, de ignorar su pedido de ayuda ante los hechos de violencia que denunció haber sufrido en manos de Alberto Fernández.
Ante el fiscal federal Ramiro González, ratificó lo mismo que dijo en el extenso escrito que presentó ante la justicia federal este lunes, pero fue más explícita en los datos. Estos datos se escucharon después de que la ex funcionaria desmintió a la ex primera dama.
«Lo dije y lo sostengo: nunca estuve al tanto de la situación de violencia denunciada por la Ex Primera Dama. Me pondré a disposición de la Justicia, que es quien debe investigar, porque no puedo permitir una falsedad sobre lo que sucedió ni que se banalice la violencia de género», posteó Mazzina en su cuenta de X.
Horas después, desde la embajada argentina en España, Fabiola Yañez en un zoom con el fiscal federal -Ramiro González-, fue determinante a la hora de hablar de Ayelén Mazzina. Su tono de voz cambió. “Indignación” fue la palabra que desde su entorno utilizaron al momento de describir las declaraciones cruzadas, confrontadas con la ex integrante del gabinete de Alberto Fernández.
La primera mención la realizó el día sábado durante la entrevista con el portal Infobae, donde dijo que había pedido ayuda: “Fui a buscar ayuda a la persona que tenía la responsabilidad de velar por eso. Fui al Ministerio de la Mujer a pedir ayuda”, expresó Yañez en esa entrevista, aunque sin mencionar a Mazzina.
Sin embargo, 48 horas después en el extenso escrito que presentó ante la justicia federal para ampliar las acusaciones contra el ex presidente, le puso nombre y apellido a esa referencia. Puso en contexto esa acusación contra la ex funcionaria del área de la Mujer. Dijo haber sufrido «lesiones graves doblemente calificada por el vínculo y perpetradas en el marco de violencia de género con abuso de poder y de autoridad». También quiere que Fernández sea acusado por amenazas coactivas.
Hizo una extensa enumeración, en la que habló de maltratos, hostigamiento, desprecio, agresiones y golpes, que “resultaban ser una constante”. A continuación dijo que todas esas conductas por parte de Alberto Fernández, eran una “habitualidad”, lo que habrían producido “indudables secuelas de carácter psicológico”.
Con más detalles del padecimiento sufrido, la exprimera dama señaló que todo ese contexto la condujo a, por extensos períodos, recibir tratamientos psicológicos y también psiquiátricos que incluyeron la prescripción de medicamentos.
Contó que intentó pedir ayuda. Fue cuando señaló -por escrito- que había hablado con la entonces ministra de las Mujeres, Diversidad y Género, Ayelén Mazzina, pero que ella no investigó el hecho. Sostuvo que le mostró desde su celular, las fotos de los golpes que recibió. “Me dijo que cuando quiera me pegue una vuelta por el Ministerio”, afirmó.
Ante la fiscalía y durante las más de tres horas y media de declaración testimonial, ratificó esos dichos y fue más precisa: “La invité a un viaje a Brasil donde hablaba la esposa de Lula Da Silva porque necesitaba hablar. Después de una cena le pedí hablar con ella y la llamé aparte, le dije que me sentía muy mal y le mostré las fotos desde mi celular”.
La respuesta, según le dijo Yañez al fiscal González este martes, fue: “Cuando quieras pegate una vuelta por el Ministerio”. Las imágenes que le expuso fueron las mismas que constan en el expediente: el ojo morado y los brazos marcados por golpes.
Por eso dijo que ella había sido víctima de una “violencia institucional”. Indicó que fue ignorada por la Ministra pese a las imágenes explícitas que le dio a conocer.
En el escrito que ratificó ante el Ministerio Público Fiscal, expresó: «En una oportunidad, le pedí que me acompañe a dar una entrevista a Brasil, en ese país y en el mundo, éramos referentes por tener Ministerio de la Mujer, así que me pareció apropiado ir con ella, y más aún intentar hablarle de lo que vivía. Recuerdo que después de la conferencia fuimos a cenar, y antes nos sentamos afuera, había un banco. Y le dije “tengo que decirte algo, le muestro la foto y le muestro los videos de Alberto con otra mujer teniendo relaciones en la Casa Rosada”, se queda callada. Dice “no lo puedo creer, Fabi contá conmigo y vení al ministerio de la mujer”. No hizo nada. Después de eso, la encuentro un día en una cena a la que fui con Alberto, se acerca y por lo bajo me dice: ‘estas mejor’?»
Volvió a contar exactamente lo mismo, palabra por palabra, ante la justicia federal en su testimonial. Y añadió que en ese momento, le dijo que la “fuera a ver a su despacho para contarle más detalles, pero nunca hizo nada ni investigó nada”.
Todo fue desmentido por Mazzina, quien días atrás había dicho que estaba «sorprendida» con la denuncia contra el ex presidente porque -recordó él «pregonó y acompañó mucho las cuestiones de género». “Me solidaricé con Fabiola, 72 horas antes de que ella hiciera la denuncia a través de un comunicado. Se hizo una cita personal, un mensaje a ella. Hay que condenar profundamente la violencia que ejerció el ex presidente. Espero que la Justicia actúe con transparencia y perspectiva de género», reclamó.
La ex primera dama insiste en la responsabilidad que le cabía a Mazzina como titular del área de la Mujer por su pedido explícito de ayuda. Con un malestar que no disimuló durante la audiencia con el fiscal Ramiro González, Yañez dijo que iba a aportar las capturas de pantalla de las conversaciones mantenidas con la ex funcionaria.
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