El fortalecimiento del sistema de requisas en las unidades penales busca evitar que los presos tengan comunicaciones ilegales que les permitan seguir con actividades delictivas tras las rejas. Sin embargo, es frecuente que aparezcan reos involucrados en casos de estafa con el uso de “call center” tumberos. Eso pasó en una cárcel bonaerense, donde detenidos formaban parte de un grupo que extorsionaba a ciudadanos.

Las víctimas eran contactadas por Facebook y WhatsApp por una mujer que se hacía llamar “Soledad”. Luego de generar suficiente confianza los conducía hacia el intercambio mutuo de imágenes íntimas. Unos días después , los hombres que habían entablado esa comunicación eran contactados por “autoridades del Estado” que les enviaban capturas de pantalla con las imágenes previamente compartidas, asegurando que la mujer con la que habían interactuado era menor de edad. A partir de allí les exigía la transferencia de dinero a una cuenta para anular la causa penal que supuestamente se había iniciado por esos contactos virtuales.

Tras una investigación, finalmente, dos personas quedaron detenidas por extorsión y otras dos imputadas por operar como integrantes de la denominada “Banda de la Sole”. La Policía Federal Argentina (PFA), dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, fue la que llevó adelante el operativo que puso fin a las actividades de ese grupo.

La pesquisa se inició a raíz de una denuncia hecha en agosto del año pasado en la Unidad Funcional de Instrucción Nº 20 de General Alvear, a cargo de Cristian Citterio, por una víctima de la organización delictiva. El damnificado transfirió el monto exigido en cuatro operaciones. Fue esto lo que llevó a la caída de la banda, ya que la Justicia obtuvo los datos de la entidad bancaria y de la cuenta, siendo su titular una de las integrantes de la banda.

Es así que, tras un análisis y rastreo de las transacciones financieras, de las diferentes cuentas bancarias registradas, de sus titulares; y de las distintas redes sociales usadas por los delincuentes, se comprobó que el perfil de Facebook del alias “Soledad”, era utilizado por tres de los integrantes de la organización, dos hombres y una mujer. Ella facilitó su cuenta para realizar las distintas operaciones, recibir las sumas de dinero de las víctimas y luego redistribuirlas al resto del grupo.

Dos de los integrantes de la banda estaban alojados en celdas del Servicio Penitenciario Bonaerense, en la Unidad N.º 46, de la localidad de José León Suárez, y, en el momento de ser allanado su pabellón, se encontraron dos teléfonos celulares y varias hojas de anotaciones con cuentas bancarias. Los otros dos integrantes vivían en la localidad de Libertad, partido de Merlo.

Con el total de las pruebas obtenidas, el Juzgado de Garantías N.º 2, del Departamento Judicial de Azul, a cargo del fiscal Federico Antonio Barberena, ordenó efectuar allanamientos que se realizaron en colaboración con personal de la Policía Comunal de General Alvear.

Los investigadores judiciales buscan ahora establecer la identidad de otras víctimas de esta organización delictiva que, hasta este momento, no tenía dificultades para cometer las extorsiones pese a que sus principales miembros estaban en prisión.

Por fmluzucom

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