Para sostener esa dinámica cuenta con el cepo que limita la demanda y con las reservas que logró recuperar. En lo que va del año, el BCRA acumula compras por más de u$s5.700 millones, de los cuales el 43% quedó en sus arcas. Las tenencias netas (sin contar los pasivos) ascendieron a casi u$s8.000 millones, según cálculos de Francisco Mattig, estratega de Consultatio. Esto es casi el doble del nivel de comienzos de año y algo más de lo que había antes del pico de la corrida en octubre.

Todavía resta algo de estacionalidad favorable. La expectativa en el equipo económico y en el mercado es que siga el saldo comprador neto en junio y parte de julio, y luego el signo se transforme en vendedor. En agosto o septiembre se sumarán los u$s4.350 millones que enviará el FMI por la distribución de derechos especiales de giro (su moneda) entre sus miembros.

Este contexto hizo que el mercado “comprara” el sendero pautado para el dólar oficial, al menos hasta las elecciones de noviembre. Esto se materializó en una moderación de las expectativas de devaluación que reflejan los contratos de dólar futuro del Rofex. Según estimaciones de BAVSA, en mayo las posiciones de acá a fin de año comprimieron la tasa implícita de depreciación 700 puntos básicos en promedio respecto de fines de abril. La parte más corta se alineó con las metas oficiales, mientras el contrato a fin de año aún se ubica $15 arriba de la meta presupuestada. “Todavía los precios pueden continuar cayendo si el BCRA se mantiene firme en su accionar actual”, sostuvieron desde esta sociedad de Bolsa.

Con este marco, el Central mejoró su capacidad de intervención para contener las expectativas privadas en esta plaza a la que los operadores van en busca de cobertura de devaluación. Cerrado mayo, la autoridad monetaria redujo a cero su posición vendida en futuros desde los u$s590 millones con los que había terminado abril. Durante la corrida de octubre llegó a vender contratos por u$s5.683 millones en una pulseada por marcar un sendero de tasas de depreciación. Como el mercado apostó por una depreciación y el BCRA logró evitarla, ganó $23.500 millones por la diferencia entre la cotización prevista en los contratos y la realmente existente a su término. En mayo ganó otros $850 millones.

Nicolás Rivas, trader de BAVSA, explicó que el Central “en los próximos meses tendrá dólares físicos para vender en el mercado spot y también para satisfacer la demanda de cobertura vía ventas de contratos de dólar futuro”. Esto quiere decir que, de cara a las esperables tensiones de la previa electoral, el BCRA tendrá una importante capacidad para vender contratos en el Rofex e intentar estabilizar las tasas implícitas.

Esto cobrará particular importancia cuando se aceleren las presiones sobre la brecha en la previa de los comicios y ante el fin de la cosecha gruesa. Tras la estabilidad del primer cuatrimestre, mayo dio algún anticipo de lo que puede venir en este terreno. El contado con liquidación (CCL) cerró el mes con un alza de 6,5% a $165,70 y la distancia con el mayorista se estiró al 75%, cerca del pico de 2021 pero lejos del de octubre (132%). Allí, comenzarán a pesar los más de u$s4.800 millones en bonos del canje local que tiene el Central para intervenir sobre la demanda de CCL y las reservas recuperadas, que podrá volcar para recomprar contra dólares los títulos que venda contra pesos.


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Por fmluzucom

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