El dia viernes 7 de mayo, del corriente, en Homenaje a los Caídos en cumplimiento del Deber, dirige las siguientes palabras.
Señor Jefe del Estado Mayor General del Ejercito, General de Division Agustin cejas.
Señor Comandante de Avicion de Ejercito, General de Brigada Alexis Ivan Dubowik.
Señor Presidente de la Comision de la Tropa Tecnica de Aviacion de Ejercito General de Brigada Arturo Emilio Grandinetti.
señores oficiales superiores en actividad y retiro.
Invitados especiales, Oficiales, Suboficiales, Soldados, Personal Civil, Señores Veteranos de la Guerra de Malvinas.
Estamos reunidos hoy para conmemorar el Día del Veterano de Guerra de Aviacion de Ejercito. El proximo domingo se cumplira del trigesimo noveno aniversario de un hecho sucedido a 1800 Kilómetros de este lugar que cambiaría para siempre la historia de nuestra querida Aviación. les voy a pedir que agudicen su imaginación y me acompañen en este viaje al pasado.
Hacia nueve días que los ingleses habían iniciado la Hostilidades en el Atlántico Sur. Un poco mas de cien hombres del Batallón de Aviación de Combate 601 y sus helicópteros integraban las fuerzas terrestres que se encontraban combatiendo contra una de las primeras potencias militares del mundo.
Conocían muy bien ese terreno tan querido para todos los argentinos, ya que desde los primeros días de abril se encontraban volando hacia todos los rincones de las islas. Transportaban a primera línea hombres, munición, víveres, correspondencia y la certeza, que ante cualquier problema, los guerreros de la Aviación de Ejército llegaron hasta su posición.
Los días transcurrían entre misiones de vuelo y actividades de mantenimiento. Solo la noticia de la pérdida del UH-1H AE-419 con el Teniente FASIO y los Sargentos Campos y Barros, en Caleta Olivia logro conmoverlos. El terreno y las condiciones meteorológicas marginales eran sus mejores aliados. Para volar en malvinas, nada mejor que un techo bajo y mantener los esquies cerca del suelo. El tiempo claro, los dejaba a la vista de los aviones Harrier y sus pilotos.
Por otro lado, el único lugar donde se sentían indefensos era en los vuelos sobre el mar. El flujo de aire de los rotores generaba ondas sobre el agua delatando su posición a los aviones que orbitaban a gran altura. El camuflaje verde oliva los hacia resaltar sobre la superficie del mar y la falta de cubierta los dejaba a la vista de los operadores de radar de los buques de la flota inglesa.
El 9 de mayo de 1982 amanecio con 1.000 pies de techo, visibilidad de 10 Km y vientos moderados del noroeste.
Rápidamente esta condiciones comenzaron a desmejorar cuando un sistema de baja presión comenzó a avanzar sobre las islas, dejando techos bajos, baja visibilidad y viento prácticamente calmo en Puerto Argentino.
A las 09:05 hs, se recibió por la Red de Emergencia naval un mensaje » Aquí «Narwal». Somos atacados por aviones ingleses. Tenemos heridos grave.» Finalmente la última comunicación se realizó a las 11:25 hs. «Quedan seis hombres en un bote a la deriva. No quedan elementos de salvamento. «Narwal» a punto de hundirse.»
El único helicóptero con capacidad de acudir al rescate era el Puma de la Prefectura, pero había sido dañado en tierra por fuego naval la noche anterior. Ante esta situación desesperante, el Almirante Otero solicito un helicoptero del Ejercito para la búsqueda y rescate de los posibles sobrevivientes. La última posición conocida del pesquero era en proximidad de la Isla de los Leones Marinos, al Sur de la Isla Soledad.
La Aviacion de Ejercito selecciono a su mejor hombre, el Teniente 1ro Piloto de Ejército Juan Carlos BUSCHIAZZO, para que con su Puma AE-501 concurriese al rescate.
El Teniente 1ro BUSCHIAZZO era el piloto con mayor experiencia en este sistema de armas. Había hecho el curso en Francia y poseía una sobrada capacidad como piloto. Sin embargo, cuando reducía la potencia de las turbinas de su helicóptero uno de sus motores se detenía. Ante esta situación se designó otro Puma, el AE-505 del Teniente 1ro Roberto Mario FIORITO y del Sargento Mec. Av. Raul Horacio DIMOTA. el AE-505 no fue elegido por casualidad. Era el unico Puma equipado con tanques suplementarios, y había cruzado en vuelo desde Río Gallegos hasta Puerto Argentino. Después del AE-501, era la opción más acertada para tan peligrosa misión.
Si bien en Malvinas los helicópteros volaban solo con un piloto, se decidió que para este vuelo era conveniente que fueran 2. Al enterarse, varios pilotos se ofrecieron como voluntarios para acompañar al Tte 1ero FIORITO. Sin embargo, la discusión se acabó cuando se hizo presente el Tte 1ero BUSCHIAZZO diciendo «La orden me la dieron primero a mi, así que el copiloto soy yo».
Inmediatamente comenzaron los preparativos en el valle de Monte Dos Hermanas. Se colocaron los tanques suplementarios, se cargaron raciones de combate, sogas, bengalas, elementos de primeros auxilios y mantas para abrigar a los náufragos. Un bote salvavidas de un G-222 que había cruzado en un Chinook, fue embarcado junto a todo cuanto se le ocurriera al personal que estaba colaborando en la preparación del helicóptero.
finalizados los preparativos, el helicóptero despegó con destino a Puerto Argentino. El techo bajaba cada vez más a medida que se acercaban a la Ciudad. Una vez allí recibieron las órdenes de detalle, completaron el combustible, coordinaron con la Armada el plan de rescate y recibieron unos equipos de VHF en banda nautica, para poder comunicarse con los náufragos.
Las condiciones meteorológicas no mejoraban y la hora de máximo calentamiento había pasado. Aproximadamente a las 16:00 hs el Tte 1ro FIORITO decidió poner en marcha y salir a cumplir con su misión. De esta manera un helicoptero del Ejercito sin grua de rescate, ni equipamiento para realizar la tarea, ni adiestramiento adecuado para esta misión, quito sus ruedas del piso en búsqueda de los náufragos que flotaban a la deriva en medio del océano. Ni bien despegaron, el helicóptero desapareció dentro de la nubosidad y solo el ruido de sus turbinas permitía imaginar hacia dónde se dirigen.
Hoy sabemos que despegaron de Puerto Argentino y adoptaron rumbo Sur en búsqueda de la costa. Mientras el helicóptero volaba sobre tierra con rumbo Sudoeste, en las cercanías de Puerto Enriqueta, fue detectado por el Radar de un buque que se encontraba al Este de Puerto Argentino. Como no estaba en condiciones de batir el blanco le paso la posición del helicóptero al destructor HMS Coventry, que se encontraba navegando junto a él.
Para la tripulación no era otro vuelo como los efectuados anteriormente e Malvinas. Continuaron bordeando la costa, ignorando que los habían detectado, mientras en sus mentes estaba la imagen de los náufragos. Sin saberlo se dirigían rumbo a la gloria.
Cuando el radar de tiro del Coventry los adquirió, el helicóptero volaba sobre la costa y mantenía el rumbo Sudoeste informado. La distancia a la que había sido detectado estaba fuera de alcance de las armas del buque, por lo que el Oficial de Guerra Aérea decidió esperar para asegurar el derribo. Cuando el AE-505 se encontraba a 13 millas nauticas del Coventry, el Capitán ordena lanzar un misil Sea Dart.
Ese dia la suerte no estuvo de nuestro lado, porque el misil alcanzó en el aire al Puma, sellando para siempre la suerte de la tripulación y la aeronave. Según el parte que emitió el Coventry, el derribo se produjo a las 16:07 hs y al momento del impacto el helicóptero se encontraba sobre Puerto Agradable, «posiblemente en tierra».
Semanas más tarde, el 25 de mayo, la Fuerza Aérea Argentina cobró nuestra deuda y envió a pique a la Coventry.
El helicóptero y su tripulación nunca fueron encontrados. Descansan hoy en el Mar Argentino, junto a la tripulación del Crucero ARA General Belgrano y a los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan. Permanecen ahí como centinelas permanentes de nuestra soberanía irrenunciables sobre las Islas Malvinas. Son ellos nuestro ejemplo de iniciativa, vocación de servicio y valores que acompañan desde siempre al Soldado Argentino. Mientras exista un soldado de Aviación de Ejército, ellos nunca serán olvidados.
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