“Lo positivo de esta semana es que volvimos al camino del diálogo: hay más puntos en común que diferencias. Ahora tenemos que hacer un esfuerzo adicional para reducir la movilidad entre la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad”, remarcó.
Acuña sostuvo que el único punto en que Ciudad y Nación están “en desacuerdo” sigue siendo el de la presencialidad escolar. “La incidencia de contagios en las escuelas es bajísima. No coincidimos en el aspecto de la movilidad. Hay más daño con la escuelas cerradas que abiertas”, expresó.
Por eso, resaltó, la escuela “tiene que seguir siendo presencial. No se tiene que cerrar la presencialidad”.
Según funcionaria porteña, “con Nicolás Trotta (ministro de Educación de la Nación) coincidimos en que el espacio de contagio en las escuelas es bajo y no coincidimos en que los colegios tengan que cerrar. Ellos miran el AMBA. Pero no es lo mismo la movilidad en la Ciudad, donde la mayoría de los alumnos vive cerca de las escuelas y no usa el transporte público, que en Provincia”.
“Los estudiantes de nivel medio usan un poco más el transporte, al igual que los adultos. Los chicos de secundaria están en una edad de mayores contagios. Entonces hacemos un esfuerzo de 15 días y pasamos a bimodal. En el momento de no presencialidad pueden hacer trabajos de indagación. Y así disminuimos la movilización”, aseveró.
Aunque aclaró en diálogo con CNN Radio que si la Corte Suprema resuelve suspender las clases presenciales, “seguro que acataremos el fallo y tendremos que dar marcha atrás”.
”Vamos a hacer todo lo posible para seguir. El camino que hemos hecho hasta ahora marca la concepción de la autonomía. Vamos a volver a presentar nuestra demanda”, concluyó.
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