Fuerte hermetismo en la interna del PJ: Cristina Kirchner y Axel Kicillof negocian contra reloj

En medio de un fuerte hermetismo, Cristina Kirchner y Axel Kicillof negocian un acuerdo en el PJ en la previa al cierre de listas de este sábado, luego del operativo que lanzó la ex presidenta para presidir el partido, el silencio del gobernador bonaerense que implicó un quiebre de la relación con su (¿ex?) conductora política y el desafío que por el momento mantiene el riojano Ricardo Quintela para competir en las elecciones previstas para el 17 de noviembre.

Durante la jornada de este martes hubo expectativa por una reunión entre ambos, con el propósito de destrabar el conflicto y evitar la organización de una interna costosa y complicada en términos logísticos, y con imprevisibles consecuencias. Pero al caer la noche no trascendió el resultado del encuentro, del que no dieron detalles e incluso del lado de Kicillof negaron que hubiera existido.

Las negociaciones entre la ex presidenta y el gobernador serán determinantes, más allá de que Cristina quedó en reunirse con Quintela antes del sábado. Mientras tanto, desde ambos campamentos avanzan con los trámites formales y siguen reuniendo los avales para ir a la elección.

La renovación de autoridades partidarias se convirtió en el escenario de una disputa de poder anticipada sobre la próxima etapa del principal espacio opositor. Kicillof lleva más de 10 días de silencio público sobre el PJ, desde de que Wado de Pedro, Juliana Di Tullio y Mayra Mendoza lanzaron por redes sociales el operativo para postular a Cristina para la presidencia. El gobernador estaba en México, y evitó pronunciarse sobre el movimiento de quien al menos hasta ese momento consideraba como su conductora política.

Se trató de una muestra de autonomía que descolocó a la ex presidenta y potenció la tensión que se venía acumulando entre Kicillof y Máximo Kirchner, ahora ya en una pulseada directa del gobernador con Cristina. A su vez el gobernador recibió el respaldo de la CGT, mientras prepara un acto propio en Berisso por el 17 de octubre. Una discusión con la mirada en la proyección hacia 2027, con la puja por la lapicera electoral para las legislativas como paso previo.

“Nos enteramos de todo por Twitter”, dieron como argumento del desplante en La Plata, a la espera de la conversación con la ex presidenta. En los días que siguieron, aun sin expresar un apoyo explícito a Quintela, el mandatario bonaerense de algún modo le abrió al riojano el conurbano para las actividades en Avellaneda con Jorge Ferraresi y en Berazategui con Juan José Mussi, dos intendentes que forman parte del dispositivo de Kicillof.

Quintela demoró la respuesta a un contacto que promovió Cristina para negociar una lista de unidad, y cuando lo hizo transmitió que ponía como condición para un eventual acuerdo que el ex ministro de Economía formara parte del esquema. Los dirigentes del sector enfrentado a La Cámpora encendieron las alarmas porque, además de la ex presidenta en el PJ nacional, Máximo Kirchner buscará seguir al frente del partido bonaerense hasta el final del mandato, a fines de 2025, pese a que había dicho que las elecciones en ese distrito también se concretarían el 17 de noviembre.

El desafío de Quintela pero principalmente el silencio y las señales autonomía de Kicillof enfurecieron a Cristina. “A los traidores nunca les fue bien en el peronismo. Axel se está pegando un tiro en el pie”, bramó un dirigente de contacto cotidiano con la ex presidenta.

En el Instituto Patria le adjudicaron el sustento de la candidatura del gobernador riojano -también apuntaron a Juan Schiaretti- y advirtieron sobre las posibles consecuencias del enfrentamiento: “Está construyendo el escenario para una pelea. ¿Cómo cree que van a reaccionar los bonaerenses? Y en la Legislatura, ¿no ve que se le va a romper el bloque?”.

Más temprano, Mendoza había hecho notar el fastidio del espacio con Kicillof. “Llama la atención que todavía no se haya manifestado luego de las oportunidades que tuvo en su vida por la confianza de Cristina y por ser parte de este proyecto político”, le pasó factura la intendenta de Quilmes.

Cristina tiene pendiente una charla con Quintela. Cuando el riojano respondió recién este lunes la convocatoria que le había hecho ella la semana pasada, propuso un encuentro entre jueves y sábado, el día del cierre de listas. “Va a ser cuando él quiera”, devolvieron con desdén cerca de la ex presidenta.