Después de convenir un nuevo tramo de la paritaria sectorial la semana pasada, el Gobierno transmitió a los gremios que representan a los estatales nacionales su decisión de no conceder más aumentos salariales en lo que resta del año. La misma determinación fue anticipada también a la representación sindical en el resto de las negociaciones en las que el Estado discute salarios como empleador, y la apuesta de la administración de Javier Milei es que el esquema que pretende imponer en el sector público se generalice como la principal referencia para las paritarias en la actividad privada. El objetivo de fondo es moderar las subas salariales de modo tal de despejar cualquier factor de presión sobre la inflación que el Ejecutivo aspira a que converja en un nivel lo más cercano a 0% al final del año.
El mensaje oficial se replicó insistentemente en las mesas paritarias en marcha durante las últimas semanas: «Pedimos responsabilidad en la negociación para que los aumentos acompañen la desaceleración de la inflación«. El plan de la gestión libertaria supone avanzar primero con la definición de las subas en el sector público para marcarle el terreno a las discusiones entre gremios y empresas de la actividad privada que en su mayoría deberán negociar los aumentos del último trimestre. Con ello -interpreta- lograría encarrilar sus expectativas inflacionarias para ubicarlas en torno al 3% en septiembre, cerca del 2% en octubre y desde allí profundizar el camino descendente hacia diciembre.
«No estamos planteando topes ni techos», se atajan en la Secretaría de Trabajo, que encabeza Julio Cordero. Pero el esquema alentado por el Ministerio de Economía, de Luis Caputo, contempla que los incrementos de octubre se ubiquen en torno al 2% para desde allí trazar un sendero de congelamiento en el bimestre noviembre-diciembre.
Los jefes de UPCN, Andrés Rodríguez, y de ATE, Rodolfo Aguiar, los dos gremios que representan a los agentes de la administración pública nacional, se anoticiaron cara a cara del plan del Gobierno durante la reunión paritaria que mantuvieron el viernes pasado. Allí la propuesta inicial del Ejecutivo contemplaba para el último cuatrimestre del año solo un aumento del 2% con los sueldos de octubre, pero -tras la negativa sindical- se fijó una suba de 2% para este mes y 1% adicional para el próximo. Y aunque Rodríguez y Aguiar rechazaron firmarlo, los funcionarios ratificaron que para noviembre y diciembre no habrá incrementos para estatales.
«Es un caramelo masticable«, denunció Aguiar al repudiar el aumento para los trabajadores del sector. Desde UPCN, a su vez, advirtieron que desde el inicio de la gestión Milei el personal de la administración pública nacional arrastra un deterioro de los salarios reales superior al 25%.
La misma estrategia se replica en la negociación con los trabajadores de AYSA, una se las empresas estatales sujetas a privatización según se definió en la Ley Bases. En ese caso la paritaria firmada fijó aumentos de 3,5%, 3% y 2% para los meses de julio, agosto y septiembre respectivamente, en tanto se definió que el personal no recibirá ningún incremento en el trimestre octubre-diciembre.
Similar es el sendero que se trazó el Gobierno en la tensa discusión con los diferentes gremios que agrupan a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, negociación que se desarrolla en medio de un durísimo conflicto con medidas de fuerza y protestas durante todo el mes de agosto. La propuesta de la aerolínea de bandera definió 0% para julio, 3,5% en julio y 3% para agosto (un esquema rechazado por los sindicatos), pero el plan oficial supone recortar sensiblemente los aumentos desde septiembre para culminar con un congelamiento en el bimestre final del año.
«La idea es imponer un criterio generalizado, para todos«, alertan los sindicalistas que negocian las paritarias con la gestión Milei como contraparte. Pero sus pares del sector privado advierten que será imposible trasladar ese esquema a sus respectivas paritarias sin señales concretas de que la inflación hacia diciembre confluirá en torno al 0%. Sin embargo, algunas de las paritarias selladas en las últimas semanas dan cuenta de una desaceleración significativa de los aumentos salariales respecto de los niveles alcanzados entre julio y agosto.
Uno de esos casos lo plantea el entendimiento sellado en la industria metalúrgica que fijó un incremento de 2,5% para los sueldos de octubre, no muy lejos de la expectativa de la casa Rosada. Si bien la actividad es una de las más golpeadas por la recesión económica y acumula a la fecha más de 14.000 trabajadores suspendidos, según reveló este martes el propio titular de la UOM, Abel Furlán, por tratarse de la paritaria más importante del sector fabril suele ser una referencia importante para otras ramas industriales.
Tampoco el sindicato de Camioneros de Hugo Moyano se desmarcó demasiado de la pauta que pretende generalizar el Gobierno, pese a la recurrente verborragia pública de su hijo Pablo Moyano contra la administración Milei. El gremio firmó un par de semanas atrás un aumento para el trimestre agosto-octubre que estableció para el próximo mes una suba de 3% que en términos reales se ubica en el 2,8%.
Otros entendimientos del sector privado definidos recientemente parecen más alejados de la expectativa oficial. Son los casos de los acuerdos de la UOCRA, que selló subas acumulativas de 5% y 4% para el bimestre agosto-septiembre. «El Gobierno puede tener esa pretensión, pero tiene que estar acompañada por el mismo compromiso de parte de los formadores de precios y los datos no reflejan por ahora ese comportamiento», afirmó a Clarin el titular del gremio, Gerardo Martínez. En el mismo sentido se expresó ante la consulta de este diario el triunviro de la CGT y secretario general de Sanidad, Héctor Daer, que viene de consensuar un incremento de 8,5% para los meses de agosto y septiembre en el sector asistencial. «Puede ser que se esté planteando (un congelamiento) para el sector público, pero en el privado no lo vemos», indicó el dirigente.
También en el gremio de Comercio, el que negocia la paritaria más numerosa del sector privado, toman distancia de la posibilidad de acompañar un pauta de aumento de 2% para octubre y en torno a 0% para el último bimestre. Desde mitad de mes el sindicato que lidera Armando Cavalieri proyecta discutir incrementos promedio del 3% mensual para el trimestre octubre-diciembre.
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