La exposición del catedrático Manuel García Mansilla en la Comisión de Acuerdos del Senado, el miércoles pasado, tuvo un elevado costo interno para el Gobierno. Es que las palabras del candidato a la Corte, que transparentaron que su candidatura le fue ofrecida por Santiago Caputo, cayeron pésimo, y le valió el reproche tanto del asesor estrella como del viceministro de Justicia, Sebastián Amerio.

García Mansilla reconoció ante los senadores que nunca había hablado con el presidente Javier Milei, y que su vínculo era con el asesor.

En ese marco, en el Gobierno entienden que la herramienta para destrabar la discusión por los dos pliegos (el de García Mansilla y el de Ariel Lijo) es la ampliación de la Corte a nueve miembros.

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El trámite legislativo quedó esta semana empantanado luego de que finalizaran ambas audiencias. Pese a que era voluntad por parte del Ejecutivo firmar los dictámenes esta semana, los apoyos no aparecieron y se abrió un compás de espera para que la Casa Rosada termine de recolectar los votos y confeccione el poroteo fino.

La hoja de ruta que trazan Caputo y Amerio es la siguiente: primero votar el pliego de García Mansilla junto al de Lijo, y luego abordar la discusión por la ampliación del Máximo Tribunal.

Según dejan trascender en el Gobierno, todo el arco político, desde el PRO hasta el kirchnerismo, pasando por la UCR y los bloques provinciales, están de acuerdo con que el número sea nueve, el formato que es de agrado de Caputo.  

Con todo, en Casa Rosada continúan insistiendo en que los votos para ambos candidatos van a estar, y aclaran que los escarceos de último momento son propios de cualquier negociación. Además señalan que muchos senadores del peronismo dicen tener “libertad de acción” y no depender del posicionamiento de Cristina Kirchner.

En la práctica, Caputo y Amerio se encontraron con los pedidos del peronismo encabezado por José Mayans, que no está dispuesto a apoyar los dos pliegos sin garantías previas de que también se tratarán otros temas como la ampliación de la Corte, el cargo vacante para el procurador general, el defensor del Pueblo, y los más de 130 vacantes tanto en la Justicia nacional como federal que están pendientes de designación.

El ánimo del peronismo quedó plasmado en la voz de la senadora kirchnerista Juliana Di Tullio, quien le recordó a García Mansilla que el Senado había votado en 2023 un proyecto para ampliar la Corte a quince miembros, lejos de las preferencias de Caputo, quien gusta de un formato de Máximo Tribunal con nueve integrantes, como en la tradición anglosajona.  

De esa manera, los planes de la Casa Rosada, que pretende tratar ambos pliegos en el recinto para mediados de septiembre, podrían verse alterados. Es que durante septiembre el Máximo Tribunal elegirá su próximo presidente.  

El diálogo subrepticio que el Gobierno y el peronismo vienen teniendo alteró los ánimos del radicalismo, que estaba dispuesto en su mayoría a apoyar ambas nominaciones. “Hasta que no esté claro cuál es el acuerdo que hay entre ellos (por LLA y UP) nosotros no vamos a estampar las firmas en los dictámenes”, sostuvo una voz radical ante este diario.


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Por fmluzucom

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