A medida que transcurre el año, el Papa Francisco va dando más precisiones sobre su probable viaje a la Argentina. En enero dijo que lo estaba proyectando para el segundo semestre del año. Ahora, fue más específico: afirmó que le gustaría venir “a fines de noviembre”. Aunque también sumó como alternativa “a principios del año que viene”.
Curiosamente, la precisión no se la dio a conspicuos miembros del clero, ni a avezados periodistas, sino a tres niños de su país que le hicieron la pregunta de cuándo vendría con ocasión de saludarlo tras viajar especialmente a Roma para participar el pasado fin de semana de la Primera Jornada Mundial de los Niños que presidió el pontífice, según revela la agencia católica AICA.
Acompañados por el presbítero Iván Dornelles, secretario ejecutivo de la Vicaría de Niños de la arquidiócesis de Buenos Aires y de sus madres, Mateo, de 11 años, Margarita, de 6, de la parroquia del Niño Jesús de Villa Lugano, y Marcela de 8, de Nuestra Señora de la Misericordia, de Mataderos, conversaron durante 35 minutos con el Papa en la residencia Santa Marta
En un momento, sorpresivamente, el Papa interrogó los niños: “¿Me quieren decir algo?”, y los tres al mismo tiempo le preguntaron “Cuándo venís a la Argentina”, a lo que Francisco respondió sin dudar: “Me gustaría ir para fines de noviembre o principios del año que viene”.
Luego de haber dicho en enero que proyectaba venir en el segundo semestre del año, se supo que a los argentinos que lo visitan les dice que tomará la decisión de venir tras el viaje de once días que hará a tres países de Asia (Indonesia, Timor Oriental y Singapur) a uno de Oceanía (Papúa Nueva Guinea) entre el 3 y el 13 de setiembre.
La razón que esgrime para tomar recién a mediados de setiembre esa decisión es que quiere ver cómo le responde el cuerpo ante un viaje tan largo y con tantas horas de vuelo frente la la exigencia similar que le implicará venir hasta la Argentina -y a Uruguay, que formará parte del periplo- y así poder asegurarse que está en condiciones físicas.
El hecho de que no sólo baraje como fecha fines de noviembre, sino principios de 2025 suena lógico porque, si confirma su venida a mediados de setiembre, quedará poco tiempo para organizar su viaje y los correspondientes eventos; de hecho, las visitas papales suelen anunciarse seis meses antes.
Javier Milei y el papa Francisco podrían reencontrarse en Argentina tras haberse visto en febrero pasado en El Vaticano. Semanas atrás, tras pasar por el Vaticano con motivo de la canonización de Mama Antula, el arzobispo de Córdoba, el cardenal Ángel Rossi, consideró que ninguna cuestión política demora la visita del Papa, sino sino la comprobación de su fortaleza física, armonizada con su agenda.
El presidente Javier Milei dijo días pasados en una entrevista con CNN en español que está dispuesto a “hacerle de bastón” al pontífice con tal de que venga, pero señaló que “no hay que presionarlo y dejarlo que decida en libertad”.
Fuente: AICA y VR
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