
Según analistas, la agenda de Biden se centrará ante todo en lograr que el país supere la crisis del nuevo coronavirus, tanto en lo sanitario como en lo económico.
Mucho dependerá de la aprobación a inicios del próximo año de un nuevo paquete de estímulo en el Congreso. El mismo probablemente incluirá más ayuda para las pequeñas empresas y los gobiernos estaduales y locales, así como más dinero para pruebas y rastreo de contactos.
“Biden es una buena noticia para los mercados”, dijo Christopher Stanton, director de inversiones de Sunrise Capital Partners. “Estábamos todos muy cansados de la confusión que vino con los tuits de Trump”, añadió.
Los principales índices bursátiles estadounidenses registraron en la última semana sus mayores ganancias semanales desde abril ante la presunción de que Biden ganaría pero que los republicanos mantendrían el control del Senado, un escenario que extendería la división del Congreso y controlaría posibles impulsos izquierdistas sobre mayores impuestos a los más ricos o a las grandes empresas o regulaciones sobre los sectores financiero, tecnológico y otros.
Sin embargo, la insistencia republicana en discutir los resultados podría enturbiar el clima para los negocios en los próximos días y hasta semanas.
Más allá de esas batallas, los inversores han seguido las especulaciones sobre los nombramientos que haría Biden en cargos clave.
El nombre de Lael Brainard, actual gobernadora de la Reserva Federal de Estados Unidos y exconsultora de McKinsey, aparece como una potencial secretaria del Tesoro, mientras que el mandatario electo ya ha recurrido al banquero de Goldman Sachs Gary Gensler para obtener asesoramiento sobre regulación financiera. Ambas posibilidades constituyen señales bien valoradas.
“Ahora es el momento de la unidad”, dijo el presidente ejecutivo de JPMorgan Chase & Co, Jamie Dimon, en un comunicado. “Debemos respetar los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y, como lo hacemos con todas las elecciones, honrar la decisión de los votantes”.
Robert Wolf, un importante donante demócrata y exejecutivo de UBS Group AG, se mostró entusiasmado: “Estoy extasiado, aliviado y profundamente esperanzado por el futuro de este país”, dijo.
Mohamed El-Erian, el principal asesor económico de Allianz Group, indicó, por su parte, que espera que la administración de Biden pueda trabajar con el Congreso para controlar mejor la pandemia del nuevo coronavirus y aprobar un paquete de estímulo económico capaz de terminar de reflotar la economía.
“El país necesita unirse para lidiar mejor con el aumento de las infecciones de covid-19 que arriesgan la pérdida de más vidas, mayores interrupciones en los medios de vida y cicatrices económicas, institucionales y sociales a largo plazo”, sostuvo.
A Biden le toca otra vez jugar un rol en la recuperación económica de Estados Unidos, al igual que en 2008, cuando fue electo vicepresidente de Barack Obama.
Sin embargo, a diferencia de entonces, cuando la economía mundial se tambaleaba por la crisis de las hipotecas y el colapso del banco de inversión Lehman Brothers, lo peor de la recesión actual ya parece haber pasado.
Durante la actual crisis, que comenzó con cuarentenas decididas por autoridades estaduales en marzo, el Gobierno federal ha ofrecido billones de dólares en estímulos y el desempleo ha bajado drásticamente desde su máximo del 14,7% de abril al 7,9%. Se prevé que siga disminuyendo durante 2021.