
Baamondez, quien estaba a cargo de las redeterminaciones afirmó que los múltiples controles administrativos y “firmas” por las que pasa el procedimiento hacen imposible que sea utilizado para esconder pagos irregulares.
¿Alguna vez se le pidió que redetermine precios por arriba de los que decía el Indec? Preguntó el defensor de Nelson Periotti, Federico Paruolo. “No jamás. Eso no se podía hacer. Pasaba por diversos controles en Buenos Aires, luego por auditoría interna y finalmente por la Sigen. Había muchos ojos que veían los balances, los números y los índices que se usaban», declaró.
Durante su extensa declaración, Baamondez explicó que él era el encargado de tramitar las adecuaciones provisorias y luego hacía las definitivas. “Por ejemplo, una obra vale un millón. Y obviamente por la inflación todo sube, cuando el Indec indica que la inflación supera el 10% tenemos que adecuar la obra, ver cuáles son los ítem que tuvieron inflación y adecuar los precios”. Incluso, este sistema implicó que las empresas cobraran “menos de lo que valía la obra”, ya que el Indec “no reflejaba la verdad”.
En este sentido, el testigo recordó que en la primera auditoría ordenada por el propio Iguacel “no se encontró nada, ni sobre precios ni nada”. Y que “no se pudo objetar nada”.
Perseguido político de Iguacel
Con una extensa experiencia en Vialidad Santa Cruz, la gestión que asumió en 2016 lo removió de todos los cargos relevantes. Según relató, lo destinaron a tareas menores “en una oficina de dos por dos”. “Lo sentí como algo personal, me controlaban con una cámara las 24 hs. Me sentí un perseguido político”, dijo. ¿Cómo llegó la nueva administración?, preguntó el abogado Paruolo. “En patrullero. Con policías”, respondió el testigo. De esta manera, coincidió con la declaración de la Diputada Laura Hindie, quien la semana pasada se refirió al arribo en un móvil policial por parte de Iguacel y el ex jefe de Jurídicos de la DNV, Ricardo Stoddart, para hacerla firmar un documento que luego fue utilizado para armar la causa contra Cristina Kirchner.
Al describir su situación laboral a partir del año 2016, Baamondez rompió en llanto. Expresó que con el advenimiento del macrismo sintió “miedo” por su trabajo y por su familia. “Llegaron y dijeron -no lo dijeron pero es lo que se daba a entender- que en Santa Cruz éramos todos ladrones”, dijo entre lágrimas. “Se encargaron de sacar y poner gente”, para luego parar todas las obras. “Quedaron abandonados los obradores de CPC, de Petersen. Rompieron todo, esto fue un cementerio de elefantes”, se lamentó.