
El miércoles 25 de noviembre, Trump, pidió a sus partidarios “revertir” el resultado de las elecciones alegando, sin pruebas y tras reveses en los tribunales, que fueron “amañadas” para asegurar la victoria de su contrincante demócrata.
El mandatario republicano habló el miércoles por el altavoz del teléfono, sostenido por su abogado Rudy Giuliani, a senadores republicanos de la legislatura estatal de Pensilvania.
“Tenemos que revertir la elección”, dijo. Los demócratas “hicieron trampa. Fue una elección fraudulenta”, apuntó durante una audiencia celebrada en la sala de conferencias de un hotel en Gettysburg, por senadores de Pensilvania.
Los resultados de Pensilvania, un estado clave para determi-
nar el desenlace de la votación, fueron certificados oficialmen-te el martes a favor de Biden.
Ningún fraude masivo quedó demostrado durante las elecciones presidenciales, y Biden se encamina a ser declarado el 46° presidente de Estados Unidos el 14 de diciembre, cuando se reúna el Colegio Electoral que constitucionalmente determina el ganador de la Casa Blanca.
Biden, que obtuvo 80 millones de sufragios frente a los casi 74 millones de Trump, cuenta con 306 votos electorales contra los 232 del republicano.
Respecto al número, el magnate tuiteó ayer. “Acabo de ver las tabulaciones de los votos. No hay manera de que Biden haya obtenido 80.000.000 de votos!”, tuiteó el mandatario, quien consideró que “esta fue una elección fraudulenta”.
El boleto presidencial Biden-Harris es un récord absoluto para un presidente electo de Estados Unidos
La victoria del demócrata se anunció el 7 de noviembre. Desde entonces, Trump ha multiplicado las acciones legales para intentar probar un fraude en su contra, sin éxito.
Sin aceptar su derrota, Trump dio, sin embargo, luz verde el lunes por la noche al inicio del proceso de transferencia de poder de Biden, cuya investidura está programada para el 20 de enero.
Biden ha advertido que los estadounidenses no permitirán que se ignoren los resultados de las elecciones. “En Estados Unidos, tenemos elecciones íntegras, justas y libres, y luego respetamos los resultados”, dijo Biden desde su bastión en Wilmington, Delaware. “La gente de esta nación y las leyes del país no aceptarán otra cosa”.