
Las billeteras virtuales y los pagos con QR en plataformas virtuales, han logrado que el intercambio de efectivo entre personas disminuya y de esta forma se reduzca el uso del dinero físico.
Hay que destacar que en países como Suecia, Bélgica y Corea del Sur se pronostica que las transacciones en dinero físico representarán menos del 0,5% del valor de todos los pagos realizado en unos años más e incluso Corea del Sur tiene pensado retirar el efectivo.
El mercado bancario deberá asumir esta “Nueva Normalidad” como propia, considerando y promoviendo el uso de transacciones digitales a partir de sus beneficios. Por ejemplo, hoy es posible transferir dinero en menos de diez segundos, lo que supone un importante aliciente para dejar de utilizar dinero en efectivo. Así mismo, el hecho de que los consumidores utilicen cada vez más nuevos métodos de pago, como tarjetas, billeteras digitales o smartphones, puede disminuir los riesgos de robo y asalto.
Los negocios, por su lado, han encontrado nuevas formas de conexión con los clientes las 24 horas del día gracias a nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el procesamiento de lenguaje natural.
Por último, el dinero en efectivo es más caro, ya que imprimir y distribuirlo puede implicar alto costos para las economías nacionales.
Si asumimos que este tipo de transacciones es más seguro para todos, el comercio podrá seguir siendo competitivo, los clientes tendrán mayores beneficios en sus transacciones y el país podrá avanzar en la digitalización financiera, clave en este nuevo escenario.
(*) CEO Latam de Worldline.