
El bloque, conformado por Graciela Camaño, Alejandro «Topo» Rodríguez y Jorge Sarghini, apuntaron que «más grave aún, el Gobierno federal no puede ni debe ser desnaturalizado, ni bastardeado, para dirimir disputa política alguna».
Asimismo, criticaron a Macri por haber hecho «uso discrecional de los recursos nacionales para favorecer a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires» a comienzo de 2016.
Y añadieron que: «Ahora, el Gobierno actual abandona el camino del diálogo iniciado con la Ciudad y elige una vía rápida para quitarle fondos a una jurisdicción federal».
«Poner al Congreso de la Nación a resolver lo que el Gobierno no quiso arreglar, es un atajo política e institucionalmente inadecuado, propio de quienes no confían en el diálogo, en los acuerdos esenciales sobre los que históricamente se ha construido el federalismo argentino», remarcaron.
A modo de conclusión, llamaron a Nación y Ciudad a «a encontrar los caminos que permitan esos acuerdos. De lo contrario, que se expidan las instancias institucionales que correspondan, no el Congreso»
Este viernes, durante la conferencia de prensa para anunciar las aperturas porteñas, Felipe Miguel, jefe de gabinete ciudadano, reiteró el reclamo por la baja de la coparticipación que percibía la Ciudad y remarcó que, como consecuencia, se armó «un presupuesto de contingencia».
«De los 50 días hábiles que transcurrieron desde que se comenzó a aplicar el decreto de la quita de coparticipación del Ejecutivo nacional, la Ciudad dejó de recibir $8.786 millones de pesos. Para todo el 2020, el recorte va representar una pérdida de $13 mil millones de pesos”, explicó.