“Por supuesto, no pretendemos perpetúen el nombre Astor para referirse a dicho galardón, pero nos parece poco afortunado (y poco meditado) dicho cambio”, decía el comunicado. “Quizás las autoridades de dicha entidad desconocen que Astor ha dejado nada menos que 44 bandas de sonido tanto para cine argentino como europeo. Quizás no tienen en cuenta que Astor ha trabajado con directores como Jeanne Moreau, Nadine Trintignant, Marco Bellocchio o Pino Solanas. O simplemente, quizás es más válido para ellos vincular un premio a la cultura con un animal en lugar de un artista”.

El nombre del animal, el Lobo, se ponía a la par (según los trascendidos) de otros famosos premios, como el Oso de Oro en Berlín, el León de Oro en Venecia o el Leopardo de Oro en Locarno. Es decir, la intención no habría sido cambiar animales por próceres, como con los billetes durante el gobierno anterior, sino “refundar”, cambiarle por completo la cara al Festival de Mar del Plata; en ese remozamiento venía comprendido el cambio de denominación al premio. Había también otra intención (que las autoridades del Incaa iban a explicar el lunes pasado, entonces sí oficialmente, en una conferencia de prensa que se terminó levantando), y era la de llamar Astor Piazzolla al premio a la Mejor Banda de Sonido Original. También se deslizó que en el exterior era poca la gente que no supiera quién era Piazzolla pero que el nombre “Astor”, sin el apellido, no decía nada. Y que a los jóvenes tampoco les sonaba.

Los premios Astor se entregaron por primera vez, como se dijo antes, en 2004, cuando Jorge Álvarez estaba al frente del Incaa y Miguel Pereira dirigía el Festival de Mar del Plata. Vinieron a reemplazar al Ombú de Oro, nombre que había elegido Julio Márbiz en 1996, cuando recuperó el Festival durante el gobierno de Carlos Menem. A Mar del Plata nunca le gustó lo del Ombú porque no era representativo de la ciudad, aunque amó la denominación de Astor, contra cuyo desplazamiento luchó con todas las armas. No fue la única, ni tampoco los artistas que hicieron coro, ni los políticos de distintos partidos, incluyendo a superiores jerárquicos del titular del Incaa, Luis Puenzo. Era imposible, pues, seguir adelante con el cambio.

Anteanoche, la Fundación Astor Piazzolla y el Incaa firmaron un documento para que a partir de la 35° edición del Festival de Mar del Plata, que se hará online en forma virtual del 21 al 29 de noviembre, los premios se denominen “Astor Piazzolla”. Con nombre y apellido. Para que ni en el exterior, ni los más jóvenes, se confundan. “Este cambio”, dijo la Fundación, “en vísperas del centenario del compositor, arreglador, director y bandoneonista, nacido en Mar del Plata el 11 de marzo de 1921, se fundamenta en la certeza de que su trascendencia es y debe ser universal”.

Por fmluzucom

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