
Según trascendidos publicados por The Wall Street Journal, Facebook posee un plan de emergencia para calmar eventuales “turbulencias” relacionadas con las elecciones a través de instrumentos creados para los países “en riesgo” y ya utilizados en otras oportunidades en Sri Lanka y Myanmar.
Las medidas de la plataforma más expuesta a las críticas –según una investigación de Newsguard, hay 50 páginas web que difunden noticias falsas sobre las elecciones en Estados Unidos y que llegan a 22 millones de ciudadanos– incluyen la desaceleración de contenidos virales, la reducción del umbral para identificar publicaciones consideradas peligrosas y la modificación del “news feed” (alimentación de noticias) para cambiar los tipos de contenidos disponibles.
Facebook también anunció que al cierre de la votación se prohibirán todos los spot relacionados con las elecciones.
Instagram, otra red social del universo de Mark Zuckerberg, anunció, en cambio, que los usuarios estadounidenses no verán más la función “recientes” en los resultados de las búsquedas con etiquetas “para reducir la difusión en tiempo real de contenidos potencialmente dañinos que podrían aparecer durante las elecciones”.
Por su parte, Twitter, que mantiene una polémica con Trump por la remoción de algunos contenidos subidos por el presidente, tomó algunas medidas previas a la votación: comenzó a mostrar a los estadounidenses mensajes informativos sobre las urnas, advirtiéndoles sobre posibles engaños sobre el voto por correo y sobre el momento del resultado final, que podría tardar en llegar.
También Youtube, plataforma de videos de propiedad de Google, se prepara y mañana pondrá a disposición un panel informativo sobre los resultados de las elecciones con el mensaje de que los mismos podrían no ser definitivos.