“Estamos hablando de casi 200.000 productos mensuales, entre refrigerados y supercongelados. Esto requiere de inversiones permanentes para continuar con el crecimiento y expansión que exige el mercado y así poder atender la demanda, sobre todo si apuntamos a agregar valor a nuestras materias primas y salir a posicionar nuestros productos al mundo”, explicó Francisco Piñero Pacheco, presidente de Vegan Nature.
La tendencia del consumo de este tipo de alimentos, en muchos casos sustitutos de la carne, es creciente en la Argentina y en el exterior. “Sólo en 2020 la categoría se incrementó más de 50%. Este es un mercado donde la innovación es permanente y hay una demanda hiper exigente”, añadió Piñero Pacheco.
El mercado argentino tiene también otros jugadores de peso, como la multinacional chilena Notco, que logró sumar entre sus accionistas al fondo de inversión de Jeff Bezos. Está en el país desde 2019 con sus productos, entre ellos la NotBurguer hecha con plantas pero con textura y sabor a carne. La semana pasada anunció su desembarco en Estados Unidos con dos variedades de su leche vegetal NotMilk.
En este segmento también da batalla Frizata, una techfood argentina fundada en Rosario que salió al mercado en 2019. Diseña y elabora alrededor de tipos 60 alimentos congelados, que sólo se venden por internet. Al igual que NotCo, cuenta con un equipo de investigación y desarrollo (I+D) que se dedica exclusivamente al diseño de productos utilizando big data e inteligencia artificial. En este sentido, su innovación más reciente es la línea FRI, productos vegetales recrean el sabor, la textura y el color de un alimento cárnico.
El mes pasado en Argentina la láctea Mastellone empezó a fabricar bebidas vegetales. Por ahora el mayor mercado mundial sigue siendo EE.UU., donde se reparten el negocio Impossible Foods y Beyond Meat. Pero la frontera se amplía y crece el interés otros grandes fabricantes de alimentos, como el brasileño Marfrig, o las multinacionales Cargill y Nestlé.
Jorge Velázquez