“Nos interesa que haya un flujo de turismo e intercambio de bienes y servicios con ciudadano uruguayos y brasileros, y en otras partes de la Argentina también”, agregó, y por último sostuvo que la provincia tiene “una gran oportunidad en la temporada turística” y por eso “se ponen a punto todos los protocolos”.

El 22 de octubre, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anunció que durante el verano las fronteras permanecerán cerradas en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus.

En el otro extremo, en Cuyo recibieron con optimismo las declaraciones del Gobierno chileno respecto al trabajo en protocolos para abrir las fronteras al turismo. “Estamos preparando un protocolo muy estricto para el ingreso de personas al país en las próximas semanas”, dijo la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, del gobierno de Sebastián Piñera, en declaraciones consignadas por el medio mendocino El Sol.

El guiño trasandino, orientado fundamentalmente para recibir argentinos en sus playas, apalanca el pedido del gobernador radical Rodolfo Suarez, que puja por la llegada de chilenos y brasileños a la provincia sin pasar por Buenos Aires. La devaluación del peso invertiría los clásicos tours de compra, que ahora se harían en Argentina por las ventajas del tipo de cambio para extranjeros y ayudaría a reactivar los sectores más golpeados por la pandemia.

También en Salta el gobierno de Gustavo Sáenz presentó un plan para comenzar a recibir este mes turistas de los tres países con que limita: Chile, Bolivia y Paraguay.

Por fmluzucom

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