
“Tendremos la enorme tarea de reparar el daño que ha hecho” Trump, dijo Biden recientemente.
El demócrata, que este mes cumplirá 78 años, pretende cambiar el enfoque sobre el nuevo coronavirus con una nueva estrategia nacional que permita “adelantarse” a este y acabar con la crisis económica que ha causado.
Su plan incluiría la orden de usar barbijos en todo el país y ampliar las pruebas diagnósticas gratuitas, impulsando la producción local de equipamiento médico y haciendo que cualquier futura vacuna “sea gratis para todos, tengan o no seguro” de salud.
Tras haber acusado a Trump de haber menospreciado a sus propios expertos de salud, Biden mantendría en el equipo de la Casa Blanca contra el coronavirus al respetado inmunólogo Anthony Fauci, muy enfrentado con el republicano.
También dijo que quiere “quitarles el bozal a nuestros expertos” y cancelar el proceso para retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que Trump comenzó en julio.
Reabrir efectivamente la economía será otra prioridad inmediata, según Biden.
Este, que recuerda su experiencia uniendo a legisladores de ambos partidos, pediría al Congreso acordar un enorme paquete de estímulo para enfrentar los efectos de la pandemia y ayudar a las familias que más están sufriendo, así como a los golpeados pequeños negocios.
En julio, Biden reveló su estrategia “Build Back Better” (Volvé a Construir Mejor), un plan de 700.000 millones de dólares para crear millones de puestos de trabajo. El financiamiento provendría del cobro de mayores impuestos a los más ricos y a las grandes corporaciones.
También ha dicho que invertiría grandes cantidades en el sector de energías renovables.
Sin embargo, la relación de fuerzas en el Congreso no lo favorecería para impulsar planes que impliquen aumentos del gasto público –y del déficit fiscal– muy fuertes, ya que los republicanos seguirán dominando el Senado. Este factor explica la tendencia positiva de los mercados accionarios posterior a la elección del martes,
Por otra parte, Biden ha prometido que retomaría el combate contra el cambio climático en un país muy golpeado en los últimos años por un creciente número de huracanes violentos e incendios forestales.
“Lo primero que haré será volver al Acuerdo de París”, prometió Biden durante su primer debate contra Trump, que abandonó el pacto global sobre el clima en 2017. “Porque con nosotros afuera, miren lo que está pasando. Todo se está desmoronando”.
También dijo que organizaría una cumbre de los principales contaminadores del mundo para “persuadirlos” de llegar a compromisos más ambiciosos para reducir las emisiones de carbono.
Biden ha preparado un ambicioso plan de 2 billones de dólares contra el cambio climático, que incluye una “revolución de energía limpia” que busca una economía de cero emisiones como máximo para 2050.
También prometió revertir rápidamente varios retrocesos decididos por Trump respecto a regulaciones sobre estándares ambientales.
El exvicepresidente de Barack Obama también prometió nombrar rápidamente una comisión bipartidista que tendría 180 días para estudiar el sistema judicial -que el demócrata ha dicho “se está saliendo de control”- y proponer reformas. Con todo, aclaró que “no es fanático” de aumentar el número de miembros de la Corte Suprema más allá de los nueve magistrados actuales.
Sin embargo, otros demócratas han expresado una clara preferencia por esa opción ahora que la tercera nominada de Trump a la corte, Amy Coney Barrett, ha sido confirmada, consolidando una mayoría conservadora de seis contra tres. Una vez más, el escollo insalvable para esa pretensión sería la mayoría republicana del Senado.
Biden, quien fue autor de numerosos proyectos de dureza contra el crimen cuando fue senador, también está llamando a reformar la justicia criminal.
Sus planes incluyen crear un programa de subsidios que motive a los estados a reducir el encarcelamiento y el crimen, asegurando vivienda para exconvictos y estrategias para reducir la reincidencia.
Finalmente, Biden prometió un paquete sustancioso de reformas migratorias si llega a la Casa Blanca.