
«La pandemia ha acentuado la vulnerabilidad de los consumidores y eso ha obligado a redoblar esfuerzos de parte del Estado», señaló, y precisó que se registró «un aumento significativo de la reclamación comparado con 2019».
Especificó que «en lo que va del año hubo 173 mil reclamos cuando durante todo 2019 se recibieron 100 mil, casi 180% más», y afirmó que sólo en el mes de julio «hubo un aumento de hasta el 400 por ciento por ejemplo de reclamos derivados del pago del IFE y hacia entidades financieras».
Barocelli explicó que se profundizó la presencia del Estado en el inicio de la pandemia porque el Gobierno estaba al tanto de que «muchas autoridades locales estaban cerradas», y «fue fundamental en estos casos la herramienta de la Ventanilla Única Federal para que los consumidores puedan reclamar» durante el aislamiento.
Añadió que el Gobierno puso «especial interés en el combate de prácticas abusivas que siempre están presentes en el mercado, pero que en tiempos de pandemia tuvieron especial incidencia».
Enumeró los envíos de los supermercados, las tiendas online, las casas de colchonerías y de electrodomésticos como los rubros hacia los cuales hubo más reclamos de parte de los consumidores.
«Iniciamos una rápida actuación y sanciones en tiempo récord», aseguró, y recordó que «antes los procedimientos tardaban dos o tres años».
Además de aumentar las regulaciones, informó que se ampliaron los botones de baja para dar de baja servicios de manera digital, y el botón de arrepentimiento en el caso de que los usuarios quieran dar marcha atrás con una compra.
El funcionario participó del debate del plenario de las comisiones de Derechos y Garantías y de Justicia y Asuntos Penales, sobre varios proyectos de ley que buscan actualizar la ley de Defensa del Consumidor.
En ese sentido, «hay varios puntos de este proyecto que merecen consideraciones» como el artículo 3 del proyecto en discusión en el Senado, que habla de «vulnerabilidad agravada» cuando debería, según su criterio, denominarse «hipervulnerables».
Respecto de modificaciones al texto en debate, mencionó las alusiones a la perspectiva de género al entender que «en los que está redactado en algunos casos puede dar lugar a confusión», y subrayó que «la terminología de género es hablar de género, orientación sexual y perspectiva de género».
Respecto de la principiología, consideró que «hay un gran ausente en el relato de los principios que es de primacía de la realidad, por el cual nos permite poner a la realidad por sobre el diseño jurídico que pueda haber diseñado el proveedor».