
“Así las cosas, para el cierre de 2020 el escenario optimista muestra un resultado primario con un déficit del 6,5% del PBI, explicado por unos ingresos totales y gastos primarios que representan un 17,9% y un 24,4% del PBI, respectivamente”, dice el reporte de la escuela de negocios de la Fundación Mediterránea.
En trabajo agrega que “el escenario pesimista, en cambio, muestra un déficit primario de 7% del PBI, explicado por erogaciones sociales extras en la recta final del año”. “En ambos casos, se trataría de escenarios con un déficit menor al previsto para 2020 en el proyecto de presupuesto para 2021 (8,3% del PBI)”, destaca el informe.
El reporte indica que el Palacio de Hacienda cuenta con fuentes de financiamiento por $1.179.987 millones que se componen esencialmente por renovación de vencimientos por $775.005 millones y por $404.982 millones de utilidades que el Banco Central no transferidas al Tesoro. De ese modo, en el escenario considerado “optimista” por el IERAL, al gobierno le podrían estar sobrando unos $98.266 pero en el caso de que se dé el “pesimista” le estarían faltando $46.226 millones.
El trabajo agrega que la base monetaria podría subir interanualmente entre 56,4% y 59,1% en noviembre y diciembre, respectivamente, cuando en agosto pasado subía a una velocidad del 76,3% anual.
“Significaría una desaceleración en la variación de la Base Monetaria y constituiría un crecimiento real interanual de 14,8% y 16,4% en dichos meses (utilizando la inflación proyectada por el REM)”, indica el reporte el cual estima que con esas proyecciones la base monetaria habría variado, en promedio, un 58,3% en todo el año, contra una inflación anual promedio del 42,7%.