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El amor o la construcción de una pareja no siempre llega; o a veces no llega a tiempo con las posibilidades que nos ofrece la biología. Pero la decisión de ser padre o madre, ese deseo profundo que manifiestan quienes están en la búsqueda, siempre puede encontrar la forma de concretarse.

Natalia y Víctor lo saben porque se conocieron a los 41, “de grandes” y con complicaciones de salud que les impidieron ser padres biológicos. Sin embargo hoy, en plena pandemia, lo lograron y se lo recomiendan a todos los que atraviesan la misma situación.

Son vecinos de Liniers. Ella tiene 47 y él, 46. Natalia trabaja en una concesionaria de autos y Víctor en una farmacia. Después de la pérdida de un embarazo y de varios tratamientos de fertilización, en 2016 a Natalia le diagnostican una enfermedad que le confirmaba que no podría ser madre por vía natural. Como su sueño seguía intacto, empezó a considerar otras opciones.

Investigó cómo era el proceso de adopción en el exterior y en la Argentina y habló con su compañero para ver si aceptaba. “La decisión fue casi inmediata porque yo siempre quise ser padre. Era mi sueño desde la adolescencia, así que nos pusimos de acuerdo enseguida”, contó Víctor.

El primer paso fue inscribirse en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos (RUAGA). Luego siguieron las entrevistas del organismo para garantizar la idoneidad de los aspirantes, hasta que un día recibieron “la llamada”.

El proceso de vinculación, en cuarentena

La historia comenzó en febrero pasado cuando los llamaron desde el juzgado, apenas unos días antes de que se conociera la pandemia del coronavirus y se decretara el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Se suponía que en marzo empezarían con las primeras visitas de vinculación con Catalina (4) pero el COVID- 19 los obligó a hacer algunos cambios. El primer contacto ya no sería presencial pero sí lo suficientemente amoroso como para que la niña los eligiera.

Se prepararon con disfraces y grabaron un video actuando y cantando la canción Tengo tengo, de Vuelta Canela; una de las preferidas de Catalina que- según contaron desde el hogar-, ella les pedía repetir una y otra vez. “Un amigo me grabó la pista de guitarra, yo grabé el redoblante -porque soy baterista-, y salió muy bien”, recuerda Víctor, orgulloso.

Foto de Juan Cruz Corrado/ Prensa GCBA.

Cuando empezaron el proceso no sabían el nombre de quien sería su hija. Sólo les informaron que era una nena de 3 años. “Pero yo lo intuí. Tuve muchas coincidencias y señales en mi vida que me indicaron que Cata llegaría para formar nuestra familia”, confesó Natalia.

Luego de varios videos y de entrevistas con autoridades del RUAGA y del hogar, en cumplimiento de las indicaciones del protocolo de vinculaciones, a fines de mayo, avanzaron con la primera vinculación presencial. Para agosto, la niña ya estaba lista y las autoridades competentes convencidas de que la pareja sería la indicada para obtener la guarda definitiva. Empezó la convivencia de tres.

“Nos sentimos muy acompañados. En los cursos te explican todo y creo que eso nos ayudó terminar de definirnos. Los dos dijimos: “¡Tenemos este camino y lo vamos a aprovechar!”, relató Natalia.

Para Víctor todo fue muy rápido y ágil. ”No sé si tuvimos suerte pero, uno tiene la idea de que esto lleva mucho y tiempo y nosotros al año y medio de pensarlo ya estábamos conociendo a Cata”. “Nueve meses duró; ¡Un parto!”, agregó ella –entre risas-.

La pareja aún espera la sentencia final de adopción que saldría en los próximos meses. Mientras tanto, las vidas de tres personas con un mismo deseo ya se transformaron.

Durante la pandemia se realizaron más de 140 inscripciones y se iniciaron más de 115 juicios de adopción.

El proceso de adopción en la Ciudad de Buenos Aires

La adopción es un camino para garantizar el derecho de los niños, niñas y adolescentes a crecer en el seno de una familia. En la Ciudad de Buenos Aires, el organismo encargado de realizar las inscripciones al RUAGA es el Consejo de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, que preside Karina Leguizamón.

Cada año se buscan familias para aproximadamente 200 niños. El 60% de ellos tienen más de cinco años o son grupos de hermanos.

“La buena noticia es que antes, de cada 10 personas que querían adoptar, 8 pensaban en un niño de menos de tres años. Hoy, gracias a los talleres del RUAGA, a los Encuentros Informativos que se brindan, y a que cada vez más personas se acercan a la adopción con una perspectiva centrada en los niños, niñas y adolescentes, cada vez más chicos de entre 8 y 15 años encuentran familia y más personas cumplen su sueño de ser padres”, afirmó Leguizamón.

Durante la pandemia, a pesar de los cambios y las adaptaciones de cara a la nueva normalidad, se realizaron más de 140 inscripciones y se iniciaron más de 115 juicios de adopción.

Quienes pueden postularse

Puede inscribirse cualquier persona mayor de 25 años de edad, sola o en pareja, con residencia permanente en el país. En caso de que la persona no sea de nacionalidad argentina o naturalizada en el país, deberá acreditar que ha residido en la República Argentina durante los últimos cinco años.

Cada persona que decida iniciar su proyecto adoptivo debe inscribirse en el registro de aspirantes a la adopción de la jurisdicción en la que viva. En el caso de los vecinos y vecinas de la Ciudad de Buenos Aires, deberán hacerlo en Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos (RUAGA), que se ubica en Tte. Gral. Juan Domingo Perón 3175, previa asistencia a los Encuentros Informativos Obligatorios.

Cómo adoptar: el trámite en tres pasos

1. Encuentros Informativos Obligatorios (EIO) sobre Adopción.
Se trata de 3 jornadas durante las cuales se abordan los aspectos legales, sociales y psicológicos de los procesos de adopción. Este año, en el marco de las medidas de prevención orientadas a mitigar la propagación del COVID-19 (Coronavirus) en la Ciudad de Buenos Aires, las jornadas se realizan de manera virtual.
2. Inscripción al RUAGA
Requiere haber completado los Encuentros Informativos Obligatorios. Se selecciona el trámite, se completan los formularios y se carga la documentación obligatoria online, a través del sistema de Trámites a Distancia.
3. Proceso de Evaluación
El Equipo del Registro se pone en contacto con los postulantes para validar la información y coordinar el inicio del proceso de evaluación.

El RUAGA se instrumentó en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires bajo la órbita del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes mediante la Ley N° 1.417 (texto consolidado por Ley N° 6.017) y tiene a su cargo la confección de una Nómina Única de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos, siendo facultad del mismo evaluar la idoneidad de los aspirantes para ser admitidos, pudiendo aceptar o denegar las solicitudes de admisión, así como también decidir sobre su continuidad o revocación. El objeto de este Registro es restituir el derecho de todo NNA a vivir y desarrollarse en una familia que le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades afectivas y materiales, cuando éstos no le pueden ser proporcionados por su familia de origen.

Más información: línea 102 o www.buenosaires.gob.ar/adopcion

Por fmluzucom

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