Tras los chispazos entre Javier Milei y Victoria Villarruel que profundizaron la interna en el Gobierno, la vicepresidenta abrió la puerta para que se retome en el Senado el debate por la actualización jubilatoria, aunque el oficialismo en tándem con los bloques denominados dialoguistas busca dilatar el tratamiento de una nueva fórmula a la espera que el Gobierno defina una propuesta de financiamiento.

Para este miércoles se convocó a una reunión plenaria de las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Presupuesto con la intención de escuchar a los representantes del Ejecutivo sobre el impacto fiscal que tendría el proyecto de reforma jubilatoria que tiene la media sanción de Diputados, que fue aprobado con los dos tercios gracias a los votos de la UCR, Hacemos Coalición Federal, el kirchnerismo y los provinciales.

En medio, el bloque de Unión por la Patria mete presión para que salga el proyecto tal como se aprobó en la Cámara baja, pese a los fuertes cuestionamientos presupuestarios de los dialoguistas.

Justamente, en el plenario convocado para este miércoles a las 14 se analizará un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso que hace una proyección sobre el impacto fiscal entre el sistema establecido por el DNU 274 de Javier Milei y la propuesta que salió de Diputados.

La fórmula aprobada por dos tercios de la Cámara baja representaría un gasto adicional en jubilaciones y pensiones del 0,44% del PBI si se mantiene hasta fin de año los bonos de $ 70.000 para jubilados de menores ingresos. Pero si se suspende el costo llegaría al 0,74% del producto.

Este punto seguramente será central para bajar la fórmula aprobada por Diputados que propone una actualización mensual en base al Índice de Precios al Consumidor, con un refuerzo anual en marzo equivalente al 50% de la variación del RIPTE. Aunque el principal obstáculo está en que el proyecto aplica un incremento complementario al de abril pasado, que sube del 12,5% al 20% esa recomposición, y el haber mínimo no podrá estar por debajo de la canasta básica total de un adulto equivalente.

Mientras que para el próximo año, se proyecta que el impacto fiscal se encontraría entre 0,69% y 0,80% del PBI para el caso de continuidad de los actuales bonos, mientras que sin $ 70.000 el impacto incremental se estima entre 1,14%y 1,25%.

De acuerdo a lo destacado en el informe, las deudas certificadas con provincias que no transfirieron sus cajas previsionales asciende a 703.353 millones de pesos (corrientes) monto equivalente a 0,13% del producto.

Martín Lousteau, Eduardo Vischi y Juan Carlos Romero, en el debate en comisión de la nueva fórmula jubilatoria. Foto: Emmanuel Fernández.Martín Lousteau, Eduardo Vischi y Juan Carlos Romero, en el debate en comisión de la nueva fórmula jubilatoria. Foto: Emmanuel Fernández.

Los dialoguistas apuran al Gobierno

Más allá de estos datos, los bloques dialoguistas esperan que el enviado por el Gobierno dé alguna certeza hacia dónde quiere ir en materia previsional luego de la fórmula aprobada por Diputados.

En rigor esperan que el Ejecutivo lleve una nueva propuesta que reemplace al sistema de actualización que se fijó  por el decreto presidencial. A partir de ahí recién se avanzaría con el análisis de lo aprobado en Diputados y otros cuatro proyectos que hay en el Senado.

Desde el radicalismo hay coincidencia en esperar la propuesta que llegue desde la Casa Rosada, pero en otros sectores dialoguistas están dispuestos a patear el tablero y si no hay propuesta de financiamiento se inclinan por aprobar la media sanción de Diputados. «Sin financiamiento va a ser más fácil vetarla y judicializar la ley. El reglamento de la cámara y la Ley de Administración Financiera exige presentar el financiamiento», remarcó un senador cercano al oficialismo.

El salteño Juan Carlos Romero ratificó que propondrá una reducción de los beneficios y exenciones impositivas al ensamblado de productos electrónicos de Tierra del Fuego para financiar el aumento de las jubilaciones.

La presidenta de la comisión de Trabajo y Previsión Social Carmen Alvarez Rivero (PRO-Córdoba) ya anticipó a los senadores que su intención no será emitir despacho esta semana. Pero hay una clara decisión por dilatar el debate porque a la discusión se agregaron dos proyectos impulsados por Martín Lousteau, otro del peronista disidente Edgardo Kueider y otro de Edith Terenzi (Cambio Federal) que es acompañado Pablo Blanco y Víctor Zimmermann, entre otros radicales.


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Por fmluzucom

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