En marzo de este año, Kevin fue galardonado como el perro macho más alto del mundo por el famoso libro Guiness World’s Record; sin embargo, este martes 25 de junio, desde la organización confirmaron la triste noticia de su fallecimiento luego de una enfermedad que lo condujo a una intervención quirúrgica.

Kevin era el perro macho más alto del mundo, según el Guinness World Records. Se trataba de un gran danés de tres años que vivía en West Des Moines, Estados Unidos, junto a su amada familia, los Wolfe. Sin embargo, tras enfermarse tuvo que someterse a una cirugía no planificada y el animal no logró sobrevivir. Así lo confirmó un portavoz del famoso libro: “Nos entristece profundamente saber que Kevin falleció repentinamente después de complicaciones de salud inesperadas”.

A Kevin le decían el ”bebé grande

La que se refirió a esta lamentable noticia fue la propietaria de la mascota, Tracy Wolfe. “Toda nuestra familia está devastada por Kevin. ¡Era simplemente el mejor chico gigante!”, indicó. Aun así, remarcó: “Estamos muy contentos de que haya podido batir el récord y tener esa luz sobre él. Le encantó la atención”.

Kevin logró consagrarse como el perro más alto al medir 0,97 metros desde sus pies hasta la cruz, aunque llegaba a un poco más de 2 metros de altura cuando se ponía de pie. “Tracy y el equipo de la clínica veterinaria en la que trabaja hicieron todo lo posible para salvar a Kevin después de que se enfermara. Nuestros pensamientos y apoyo están con la familia Wolfe mientras atraviesan este momento difícil”, manifestaron desde el Guinness World’s Records.

El perro será recordado como una gran mascota de la familia, que tenía la particularidad de ser asustadizo a pesar de tener un gran cuerpo, sobre todo, con la aspiradora y su ruido. Kevin, Tracy y Roger Wolfe tendrán siempre en sus corazones a una mascota que hizo historia en el poco tiempo que estuvo vivo.

Kevin llevaba ese nombre por el protagonista de la película Mi pobre angelito. El 13 de junio pasado, el famoso libro publicó una entrevista con los Wolfe, donde se lo veía al perro hacer algunas cosas como si no fuera de un tamaño extraordinario. En su hogar convivía junto a la familia y varios perros más, además de gatos, gallinas, cabras y caballos en West Des Moines.

En aquel diálogo, Tracy Wolf, que llamaba a la mascota “bebé grande”, aseguró que el perro no dejaba que la aspiradora se acerque a menos de dos metros de él y, en cambio, saltaba y corría para escapar. Se ponía tan nervioso en ciertas situaciones que, cuando lo llevaron a una clase con un adiestrador de perros, se sintió abrumado y se ensució en medio de la sesión, según relató su dueño.

Kevin junto a los niños de la familia Wolfe. Foto: @GWR

Otra de las divertidas características de Kevin era la capacidad de comer que tenía por día. Era capaz de devorar diez platos de comida al día, pero eso sí, luego podía pasar mucho tiempo del día durmiendo. Su altura tenía una gran ventaja: cada vez que la familia se distraía, él podía robarse alimentos ubicados sobre la cocina, al cual accedía sin tener que levantar el hocico o apoyar sus matas, como la mayoría de los perros.

“Kevin es simplemente el epítome de un gigante gentil”, le dijo Tracy Wolfe a Guinness. “Es… simplemente perfecto para nosotros”, concluyó el dueño.

Por fmluzucom