La búsqueda de Loan: el capitán de navío, el cerebro detrás de la desaparición que tiene en vilo al país

GOYA, Corrientes (De un enviado especial).- El cerebro detrás de la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de cinco años visto por última vez hace 11 días, fue el capitán de navío (R) Carlos Guido Pérez. Su esposa, la exfuncionaria municipal María Victoria Caillava, utilizó sus vínculos para el plan criminal. La “prueba trascendente” para saber que la víctima había sido capturada y trasladada, posiblemente hacia Chaco, fue el rastro de olor del chico que se encontró “100 por ciento” en el auto de los sospechosos y la certeza de que se está ante un caso de “trata de personas” se encontró en los teléfonos celulares secuestrados.

Así lo sostuvieron en una conferencia de prensa el fiscal Juan Carlos Castillo, de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas (Ufic) de Goya, y su colega Guillermo Barry, que conduce la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (Ufrac), dependencias del Ministerio Público de Corrientes, que hasta hoy tuvieron a su cargo el expediente por la investigación de caso que tiene en vilo al país.

Además, los representantes del Ministerio Público Fiscal sostuvieron que la policía de Corrientes “plantó” pruebas para desviar la investigación en las horas cruciales del inicio de la búsqueda del niño.

Unas horas antes de la conferencia de prensa y ante la certeza de que se estaba ante un caso de trata de personas, los fiscales Castillo y Barry presentaron un pedido para declinar la competencia. El juez de Garantías de Goya Darío Ortiz hizo lugar a la solicitud y remitió el expediente a la jueza federal Cristina Pozzer Penzo

“El Ministerio Público Fiscal de Corrientes planteó la incompetencia y en virtud de lo que dispone el Código Procesal de la provincia y el Código Procesal de la Nación, he hecho lugar a la incompetencia y la inmediata remisión del legajo al Juzgado Federal de Goya y poner también de forma inmediata a disposición[de la magistrada] a los seis detenidos y los elementos secuestrados hasta el momento”, sostuvo a LA NACION el juez Ortiz.

En el fuero federal, el Ministerio Público estará representado por el fiscal federal Mariano De Guzmán, quien tendrá la colaboración de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), conducida por la fiscal federal Alejandra Mángano y del fiscal general Marcelo Colombo.

Mañana, el fiscal federal De Guzmán debe decidir si acepta la competencia o rechaza la causa remitida desde la justicia provincial. Si el representante del Ministerio Público decide que la causa se quede en el fuero federal, la jueza Pozzer Penzo definirá si la investigación queda a su cargo o la delega en manos del fiscal.

Pérez y su esposa estuvieron el jueves 13 de este mes en la casa de la abuela paterna de Loan, Catalina Peña, en el paraje El Algarrobal. Fueron en una camioneta Ford Ranger blanca. El niño llegó con su padre, José, a caballo.

Después de almorzar, cerca de las 14, Loan y otros cinco niños se fueron a recolectar naranjas en compañía de Bernardino Antonio Benítez, tío del chico desaparecido y de Daniel Ramírez, conocido como Fierrito, y su mujer, Mónica Carmen Millapi. Después no se supo más nada de él. Era como si se lo hubiese tragado la tierra.

A las 18 se comenzó la búsqueda después de que la familia del niño denunciara que se había perdido en el naranjal. Benítez, Ramírez y Millapi fueron detenidos e imputados del delito de abandono de persona.

“Los imputados, quienes debían cuidar de los menores que tenían a su cargo, abandonaron a su suerte a Loan colocándolo en una situación de desamparo, ya que no puede valerse por sí mismo, no siendo hallado hasta el momento”, había sostenido el fiscal Castillo cuando solicitó la prisión preventiva del tío del chico desaparecido y de Fierrito Ramírez y Millapi.

Pero, con el correr de los días, la hipótesis de que Loan se había perdido cuando regresaba a la casa de su abuela fue perdiendo fuerza.

Para poder avanzar en la hipótesis del rapto, como lo definieron en primer momento los fiscales Castillo y Barry, fue clave la declaración en Cámara Gesell de los niños que habían estado con Loan y la recorrida que hicieron por el lugar los representantes del Ministerio Público con los chicos.

“Después de las declaraciones en la Cámara Gesell hicimos el recorrido con los menores que fue bastante esclarecedor. Tuvimos un panorama más claro al llevarlos al lugar del hecho. Lo más importante era determinar por donde había sido perdido de vista Loan. Todos coincidían cuál era la dirección que había tomado y era hacia la casa de la abuela. No solo eso, sino que difícilmente un menor de cinco años, que nunca fue al campo, no se frene, grite y llore. Esa fue una pausa esclarecedora y se empieza a diluir la hipótesis de la pérdida”, sostuvo Barry en la conferencia de prensa.

La hipótesis de que Loan se había perdido se terminó de caer cuando el viernes a la tarde noche. Primero por una reconstrucción que hicieron los fiscales, de la que participaron Benítez y Millapi, “donde no pudieron expresar pautas de tiempo y lugar para ver si coincidía con la versión de los menores” y después con el resultado de los peritajes que se hicieron en la camioneta de Pérez y en un Ford Ka rojo, propiedad de la exfuncionaria municipal donde se encontraron “rastros de olor” del niño desaparecido.

“Fue una prueba trascendente que determinó la presencia de olor de Loan en los vehículos de Pérez y Caillava. En la camioneta, en menor medida, y 100 por ciento Ford Ka rojo. Esto se relaciona con el tiempo que permaneció en cada vehículo Loan”, afirmó el fiscal Barry.

Según la investigación, Loan fue subido a la camioneta de Pérez cuando “lo capturaron” y después fue trasladado, posiblemente, a Chaco, en el auto rojo.

Los fiscales Castillo y Barry le imputaron a Pérez y Caillava el delito de captación de personas con fines de explotación con el agravante de que la víctima es menor de edad. Benítez, Ramírez y Millapi fueron considerados “partícipes necesarios”.

El sexto detenido de la causa, el comisario de la Policía de Corrientes Walter Maciel, fue imputado de encubrimiento. El fiscal Castillo sostuvo que el jefe policial “comprometía la línea investigativa”.