Detuvieron en Mar del Plata a quien era la pareja de la mujer hallada muerta días atrás en un acantilado de esa ciudad balnearia. El hombre de 43 años había declarado en su momento como testigo en la causa, pero las tareas de investigación – con el análisis de los llamados telefónicos y los testimonios recabados – condujeron a la Justicia a ordenar la aprehensión del sospechoso, que había retomado la relación con la víctima, después de permanecer separados un tiempo, días antes del crimen.
Lucas Emanuel Giménez está acusado del femicidio de Talia Abigaíl Aragón, de 27 años y madre de tres hijos, un niño de cuatro años y dos niñas de nueve y trece. Personal de la DDI Mar del Plata estuvo a cargo del operativo de detención, que se hizo efectivo en la vía pública cuando el sospechoso ingresaba al domicilio de sus padres, según pudo saber LA NACION.
El cuerpo sin vida de Aragón fue hallado al pie de los acantilados de la Ruta 11, a la altura de 505 donde está la salida de la Circunvalación, el miércoles de la semana pasada. La víctima presentaba dos lesiones de arma blanca, una de ella en el tórax y otras en los brazos, compatibles con intentos de defensa. Además, la mujer – que luego fue identificada mediante el estudio de huellas dactilares – había sufrido múltiples fracturas y traumatismos por la caída.
En principio, la investigación se había centrado en un posible suicidio, pero la causa giró cuando se confirmaron las heridas que tenía que el cuerpo de la mujer. El informe preliminar que los peritos forenses elevaron al fiscal Fernando Berlingeri, a cargo del caso, dio cuenta que el cuerpo presentaba una puñalada en el tórax. Y, además, advirtió que registraba lesiones en extremidades superiores compatibles con intento de defensa.
La víctima había subido su última foto en las redes sociales el pasado 27 de mayo. La muerte, según confirmaron los forenses, ocurrió pocas horas antes del hallazgo del cadáver, dato que llegó al servicio de emergencias 911 el miércoles por la mañana cuando un testigo advirtió sobre la presencia de un cadáver en la zona de acantilados de Las Macetas.
Los rescatistas debieron apelar a sogas y mucha destreza para descender por la pared del acantilado para llevar hasta el lugar donde se encontraba el cadáver, que pudo ser retirado mediante un sistema de camilla y arneses.
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