Los viralizados videos sobre asaltos en el conurbano llaman siempre la atención de una sociedad que queda impactada por la violencia de esos hechos. Cada día aparecen una o dos de esas grabaciones registradas por los sistemas de videovigilancia públicos y privados. A veces se difunden hasta tres de esos eventos cada día. Pero se trata solo de una porción ínfima de lo que ocurre en las calles. Así lo exponen las estadísticas del Ministerio Público bonaerense, que determinan que cada 24 horas 112 vecinos son apuntados por un arma de fuego durante un robo. El informe oficial sobre 2023 demuestra, además, un fuerte crecimiento en las modalidades más graves de delitos. En comparación con 2022, el año pasado subieron los homicidios, los robos y los hurtos.

Los datos relevados por la Procuración General bonaerense en todos los departamentos judiciales de la provincia marcaron una dura realidad. Un riesgo latente en cada barrio. Y se trata de cifras avaladas por las denuncias que iniciaron investigaciones en las fiscalías. No todas las víctimas inician ese trámite, especialmente el bien robado no tiene alto valor económico o es necesaria la radicación de la denuncia, como en el caso de documentación o tarjetas de crédito. Entonces, esos 40.796 episodios notificados durante 2023 por robos agravados por el uso de armas de fuego tampoco es el total de los hechos similares ocurridos en Buenos Aires. Es un piso, por cierto alto, ya que significa un aumento de 16,8 por ciento con relación al período evaluado doce meses antes.

Si se toma en cuenta la cantidad total de robos denunciados -que fueron calificados de manera diferente, de acuerdo con las circunstancias del hecho- la cifra trepa a 181.466. Eso equivale a consignar que cada hora hay, al menos, 20 vecinos que son víctimas de delitos muy violentos.

En esa cifra no se incluye a los damnificados por el hurto de vehículos en la vía pública, ya que para la Justicia no se trata de un robo si no hay un hecho de violencia durante la ilegal apropiación del bien. En ese aspecto, se identificaron 32.754 casos, 23 por ciento más que en 2022. Se trata de uno de los delitos en los que se tiene información más precisa, ya que la denuncia es obligatoria para el reclamo a las compañías de seguro, empresas que durante el año pasado recibieron cada hora 90 llamados por sustracciones de vehículos.

Creció la cifra de robos de vehículos

Tampoco se integra a los datos de robos los delitos calificados como hurtos, en general arrebatos, en la mayoría de los caso, de celulares, que tuvieron un fuerte incremento en el lapso de doce meses. Fueron 102.657 episodios denunciados en Buenos Aires, por lo que se puede mencionar que, tomándose en cuenta todas las variantes usadas en delitos contra la propiedad, cada 24 horas 868 vecinos bonaerenses denuncian que fueron víctimas del delito.

Los homicidios, en tanto, también aumentaron el año pasado en relación con 2022. Se informaron oficialmente la apertura de 737 expedientes por asesinatos, mientras que la estadística anterior había fijado la cantidad en 645. Es un 14 por ciento de crecimiento interanual, en un delito cuyo seguimiento estadístico es complejo.

El Ministerio Público Fiscal lleva un registro anual de todos los delitos en ese territorio. Sin embargo, el flujo que información que abastece esa estadística tiene sus particularidades. Es que se toma como dato solo la Investigación Penal Preparatoria (IPP), la primera carátula que asigna un fiscal al expediente. Si el caso arranca como la averiguación de paradero, así se mantendrá en la estadística por más que luego se modifique la pesquisa hacia un homicidio. Pasa lo mismo si la causa empieza como lesiones graves y la víctima fallece en un hospital. En 2015 se revisaron las IPP consignadas en la estadística criminal de 2013 y se verificó un aumento del 30 por ciento de los homicidios al seguir el trámite de cada expediente.

Por esos cambios desde la carátula original hay una baja cifra de homicidios en ocasión de robo, 33 informados en 2023, doce casos más que un año antes, aunque también figuran 43 homicidios criminis causa (cuando el victimario mata para ocultar otro delito o facilitar la concreción del mismo o la fuga) que bien podrían integrarse en ese tópico. Los datos oficiales tienen esas variantes.

La tasa de homicidios bonaerense, a partir de esos 737 asesinatos confirmados, quedaría en 4,19 cada 100.000 habitantes. Podría haber alguna mínima oscilación, ya que la cantidad hace referencia a las IPP iniciadas sobre un asesinato, pero no refleja el número de víctimas de cada caso. De todas maneras, no hay muchos asesinatos masivos, por lo que esa cifra deja a Buenos Aires bastante alejada de los 22 casos cada 100.000 habitantes que impacta en Rosario y bastante cerca de la tasa porteña, que con 2,86 para muertes registradas en 2022, es la más baja de América latina y la segunda en todo el continente, solo detrás de Ottawa, Canadá. Los números bonaerense para robos con armas de fuego y los asesinatos concretados parecen no tener, por suerte, relación entre sí. Poco menos del dos por ciento de esos violentos asaltos derivaría en muertes, según esos datos.

Y, vale la aclaración, esa cifra de 737 investigaciones por asesinato deja fuera a 1299 homicidios culposos, es decir, muertes causadas por situaciones que las fiscalías consideraron accidentales.

Fue importante el crecimiento de homicidios en la zona sur del conurbano

Por otra parte, quedaron dentro de la estadística oficial 1076 episodios en los que hubo al menos una víctima de intento de homicidio. Y otros 2262 casos tuvieron heridos en Buenos Aires por el abuso de armas de fuego.

Si se pone el foco en el conurbano, las estadísticas indican que la zona sur mostró durante 2023 los mayores niveles de peligrosidad. Es que el incremento más grande de homicidios se visualizó en el Departamento Judicial Lomas de Zamora, que abarca a ese distrito y a los municipios de Almirante Brown, Esteban Echeverría y Ezeiza. En las fiscalías radicadas allí se abrieron el año pasado 108 investigaciones preliminares por asesinatos y otras 164 por intentos de homicidio, expedientes que representan un aumento del 40 por ciento con relación a 2022.

En cambio, los 124 homicidios notificados en La Matanza significaron un incremento de poco más de 10 por ciento con relación a los casos mortales investigados doce meses antes. En los restantes departamentos del Poder Judicial bonaerense se notificaron también aumentos de asesinatos, pero en un nivel porcentual menor que lo observados en los otros dos distritos judiciales.

Más allá de lo sucedido con robos y homicidios, con 61 ataques sexuales denunciados cada día, sigue alto el volumen de esas agresiones, que en todas sus posibles calificaciones judiciales mantuvo un llamativo nivel estadístico, con 22.359 casos en 2023 y 22.399 en 2022.

Los datos consignados tienen que ver con la información recopilada por el Ministerio Público bonaerense en las fiscalías de mayores. A los casos de homicidio deberían sumarse 85 muertes a manos de menores, que también serían responsables de otros 114 intentos de homicidio.

En ese aspecto, el informe oficial no establece cuántos de esos casos de homicidios tratados en juzgados de responsabilidad penal juvenil tuvieron entre los señalados autores a chicos de menos de 16 años, la edad límite para imputar un delito.

En la estadística se indica, además, que creció 36 por ciento la participación de menores en el hurto de vehículos.


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Por fmluzucom

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